Cargando...
ALBERDI, Ñeembucú (Roque González Vera, enviado especial).Una vez en Formosa, cruzar el río Paraguay para llegar a Alberdi demanda apenas 10 minutos de navegación.
El corredor humanitario tiene singular importancia dada la imposibilidad de llegar a Alberdi por tierra. El camino que parte desde Villeta se encuentra cortado por las desbordadas aguas del río Paraguay. La ayuda, antes de la medida dispuesta por Argentina, obligaba a utilizar helicópteros de la Fuerza Aérea Paraguaya o bien embarcaciones de la Armada Paraguaya.
El establecimiento del corredor humanitario permite agilizar el tránsito que tiene como finalidad el socorro de Alberdi. Tanto Aduanas como Gendarmería agilizan al máximo la recepción de documentos. Conociendo la rigidez de ambas instituciones, la decisión de establecer este corredor permite socorrer en tiempo oportuno a los habitantes de Alberdi.
Efectivos del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay y funcionarios de la Secretaría de Emergencia Nacional se constituyeron en los primeros usuarios del corredor: la SEN con el envío de materiales y los bomberos voluntarios con la llegada a Alberdi de un contingente de especialistas en tareas de rescate, respondiendo a un pedido de cooperación por parte de los bomberos voluntarios de Alberdi.
Los socorristas alberdeños son “azules” y pidieron apoyo a los bomberos voluntarios “amarillos”. Teniendo como prioridad el soporte a Alberdi en medio de una situación angustiante, la respuesta fue destinar especialistas en rescate así como una ambulancia fluvial.
El muro de 7 kilómetros de extensión que rodea a Alberdi tiene 5 lugares críticos tanto por filtraciones como por grietas. Toda la ciudadanía está empeñada en la tarea de trabajar para corregir ambas situaciones. Evitar la caída del muro se convirtió en un factor aglutinante para los alberdeños: saben que si ingresa agua en uno de los cinco sectores, toda la ciudad quedará inundada. La noticia de que ayer bajo el río un centímetro fue tomada con indiferencia en la ciudad. La disminución de un dígito no significa nada en la apremiante situación que viven, ni siquiera es motivo de optimismo porque basta una lluvia para que vuelva a crecer el nivel.
A esto se suma otra situación: las aguas de lluvias que quedan dentro de la ciudad no pueden ser sacadas con rapidez porque no todas las motobombas están funcionando y el muro tiene presión por fuera, del río, y por dentro, por las lluvias.
Los alberdeños están dispuestos a cualquier sacrificio en procura de evitar la caída del muro. Dentro de la ciudad, unas 7.000 personas viven un encierro causado por la naturaleza.
Evacuación en Formosa
En la tarde de ayer salió de Alberdi la primera familia en aceptar la evacuación a Formosa. Las autoridades formoseñas dispusieron un área con servicios básicos para recibir a los damnificados.
Efectivos de la Armada brindaron el soporte logístico para la mudanza. Se aguarda que el día de hoy otras cuatro familias también se instalen en el lado argentino.
Un helicóptero de la Fuerza Aérea trabajó todo el día de ayer en la distribución de víveres y evacuación de familias de compañías aledañas donde los caminos están cortados por dos metros de agua.
En Alberdi apenas quedan sitios para albergar a los evacuados, de allí la decisión de ir a Formosa. Los alberdeños tienen claro que no abandonarán la ciudad.