Continúa robo de rollos en Obligado

El religioso verbita Santiago Puthankudy reiteró la denuncia por el robo de rollos de madera nativa de una finca de la congregación Verbo Divino ubicada en Obligado, Departamento de Itapúa. El predio está invadido.

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OBLIGADO, Itapúa (De nuestra redacción regional). Unas 250 familias instaladas desde hace más de tres meses en el establecimiento “San Benito”, perteneciente a la comunidad verbita, talan y extraen los rollos impunemente.

El agravante es que ahora ni siquiera dejan ingresar a los propietarios de la finca, se quejó el sacerdote Santiago Puthankudy.

Una parte de los intrusos que permanece en la propiedad privada pertenece a la Coordinadora Campesina del distrito de Natalio, en tanto otros son de la colonia conocida como Cantera, de Obligado.

“Primero intentamos dialogar con ellos, pero está visto que son profesionales en esto de invadir propiedades. Llegaron al colmo de no permitirme ingresar en los dominios de la comunidad a la que represento”, afirmó el religioso.

El establecimiento San Benito está en la comunidad Pastoreo.

Dista a unos 30 kilómetros del centro urbano de Obligado, sobre la ruta asfaltada Graneros del Sur y a unos  100 kilómetros al norte de Encarnación.

También cuenta con una escuela agrícola en la que estudian 142 adolescentes.

Puthankudy dijo que hace dos meses deambula por las sedes judiciales, pero que las autoridades policiales, de la Secretaría del Ambiente (Seam) y del Ministerio Público nada hacen para frenar el atropello a la importante reserva forestal privada.

El lunes le informaron en el Palacio de Justicia de Encarnación que una vez que decidan el desalojo, la comunidad verbita deberá correr con todos los gastos de movilización de policías, traslado, combustible, etcétera, comentó.

“Es decir, somos los perjudicados y encima debemos pagar para que los intrusos salgan del predio después de haber talado una cantidad no precisada de rollos. Es una pena; si se observara en una imagen satelital, se vería que esas más de 300 hectáreas de pastoreo son el único lugar en el bosque atlántico del Alto Paraná que permanece intacto”, indicó.

La comunidad verbita no tiene ningún interés en vender la propiedad “ni al Indert (Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra) ni a nadie, mientras permanezcamos en Paraguay”.

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