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Según los datos, los trabajos comenzaron con 600 metros de terraplén, que irán ampliándose hasta completar 1.200 metros. Los barrios beneficiados con esta obra no tenían un dique para evitar el ingreso del agua.
La última riada de este año alcanzó niveles muy importantes e incluso los expertos habían pronosticado que podría llegar a superar los del año 1983, que fue catastrófica para el departamento de Ñeembucú.
El representante de la firma Caldetec Ingeniería SRL, ingeniero Jaime Giménez, dijo que actualmente se construye el muro en el predio del Regimiento de Caballería N° 2 “Felipe Toledo”. Afirmó que esta defensa protegerá fundamentalmente a los barrios San Vicente y Juan Pablo II, cuyos pobladores sufrieron el rigor de la crecida y las lluvias en los últimos meses.
Mencionó que para llegar a la cota 11 se acumula tierra para elevar el dique unos tres metros. Un muro similar se levantará en el barrio General Díaz de esta ciudad, sector que tampoco cuenta con defensa costera. Señaló que paralelamente se trabajará en la reparación de los muros permanentes.