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Cuentan con un albergue en la compañía Naranjo, donde tres religiosos están a cargo de unos ocho internos. En el predio se encuentra en proceso de construcción un local para albergar a los adictos, que tendrá la capacidad para atender 40 personas.
El fray Tobías, quien está cargo del lugar, mencionó que cuentan con un terreno de dos hectáreas con una pequeña construcción que les donó una persona de la comunidad.
En el sitio cuentan con una granja con animales de corral, como cerdos, gallinas, ovejas, vacas y otros. También tienen una huerta, cultivos de maíz y mandioca, que sirven para el autosustento del albergue.
Asimismo, realizan trabajos artesanales como rosarios y cruces que venden con el objetivo de recaudar fondos para cubrir los gastos del pequeño albergue.
La construcción de un local más amplio para el albergue se realiza mediante las donaciones recibidas. Actualmente se encuentra en proceso de techado y para la terminación requieren del apoyo de personas de buena voluntad, ya que no reciben ayuda de ninguna institución pública.
Los jóvenes internados en el lugar llegaron por voluntad propia porque quieren dejar sus adicciones. Para ello inician un tratamiento en la casa central de los religiosos en Asunción, donde se quedan por dos meses para el proceso de desintoxicación con especialistas.
Luego van a la granja-albergue donde se quedan por nueve meses para la recuperación total.
La mayoría de los recuperados se queda como líderes comunitarios y ayudan a otros jóvenes a superar la adicción. El índice de recuperación es muy alto, considerando que de un centenar de jóvenes que ingresaron en los últimos cuatro años sólo cinco recayeron, de acuerdo a los registros.