Con promesas, brasileños utilizan tierras indígenas

FRANCISCO CABALLERO ALVAREZ y CORPUS CHRISTI, Canindeyú (Pablo Medina y Rosendo Duarte, corresponsales). Construcción de viviendas, tendido eléctrico, tajamares para cría de peces, mecanización y aprovechamiento de 50 hectáreas de soja por zafra constituyen las tentadoras promesas que reciben los nativos de tres comunidades que arrendaron sus tierras a colonos brasileños. Aseguran que el INDI les dejó abandonados a su suerte.

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Los líderes Marcial Ortiz, de Tacuapú; Marciano Benítez, de Bajada Guazú, y Hermes García, de Cerro Pytã, serían los responsables del arrendamiento de unas 1.182 hectáreas de las 6.844 ocupadas por las tres comunidades indígenas de la parcialidad ava guaraní, a Agustín Espínola Rotela y al brasileño José Ferreira da Silva, para cultivos de soja y mandioca, respectivamente.

Espínola Rotela y sus subarrendatarios (utilizan unas 972 hectáreas) Mario Tertulio Rodríguez, Darci Blas y su hermano Jerson Ricardi Matei (hermano del concejal Volnei Ricardi Matei) y Juan Carlos Recalde, se comprometieron a los nativos el aprovechamiento de unas 50 hectáreas de soja (rendimiento de 2.500 a 3.000 k/ha.) por cada zafra durante seis años, periodo de vigencia de los contratos registrados en la escribanía a cargo de María Leonor Vanni de Ortiz.

Asimismo, Espínola Rotela y sus socios comerciales asumieron la promesa de llevar adelante proyecto de electrificación de 1.500 metros, construcción de 10 viviendas y 2 tajamares para cría de peces, entrega de 3 vacas lecheras, mecanización del área cultivada y atención médica y capacitación en área de piscicultura.

Según los datos, en la comunidad de Bajada Guazú, la abogada Robustiana Aquino de Sánchez, por la utilización de unas 100 hectáreas para engorde de bovinos, se comprometió a abonar G. 1.000.000 por año.

Durante el recorrido por la comunidad de Cerro Pytã, del distrito de Corpus Christi, el líder Hermes García aseguró que el brasileño José Ferreira da Silva se comprometió ceder unas 10 hectáreas de mandioca (capaces de producir 35.000 k/Ha.) por cada zafra, durante 3 años que dura el contrato, utilizando unas 210 hectáreas, de las 2.250 a favor de la comunidad.

Los tres líderes indígenas aseguraron que asumieron la responsabilidad de enajenar sus tierras ante el nulo apoyo de las autoridades del INDI.

Próxima nota: Arrendatarios brasileños violaron leyes ambientales.
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