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LUQUE (Gladys Villalba Jara, corresponsal). Con cánticos religiosos, alegría, danzas y oraciones, cientos de devotos participaron ayer de la Bandera jere. La actividad consiste en la procesión de la sagrada imagen en una carreta tirada por bueyes adornada para la ocasión, y desde hace cuatro años al mando de don Fausto Acosta.
Como cada año, a las 09:00, con el repique de campanas, sirenas de bomberos y sonidos de banditas, la caravana partió del santuario nacional Nuestra Señora del Rosario, acompañada por un grupo de bailarinas, que con alcancías en la mano danzan y luego, en pago por su talento, solicitan “jopói tupãsÿme guarã” (ofrenda para la Virgen). Continuó por las principales calles de la ciudad, locales comerciales, el mercado municipal número uno y luego retornó a la iglesia parroquial.
El objetivo principal de la actividad es rescatar uno de los eventos socioculturales más característicos de las fiestas patronales de antaño y de tierra adentro de nuestro país.
Pequeños altares fueron colocados frente a varios locales comerciales ubicados en el circuito de recorrido de la caravana, encabezado por el equipo sacerdotal, el staff del Santuario Virgen del Rosario, alumnos de instituciones educativas, bailarinas del elenco de adultos mayores “Kuña Guapa” y devotos.
El mayor jolgorio se vivió en el Mercado Municipal N° 1, donde los trabajadores recibieron al grupo con aplausos, danzas, flores y globos.
El párroco local, presbítero Richard Noguera, manifestó que este año la iglesia luqueña tiene como gran desafío rezar 3 millones de avemarías desde el 1 de setiembre hasta el 7 de octubre, día de la Virgen del Rosario.
La intención es que surjan más vocaciones sacerdotales, por la paz del Paraguay, por las víctimas de secuestros hechos por el grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y por la seguridad de la Patria.