Cierran comisarías para ir a los procedimientos

A la precariedad de las comisarías, en algunos casos se suma la escasa cantidad de personal. Es el caso de dos comisarías de Villarrica (Guairá), que en ocasiones los uniformados cierran los locales para trasladarse a las comunidades para realizar procedimientos. El denominador común en Caazapá, Amambay y Guairá, en especial en las áreas rurales es el mal estado de la infraestructura, equipos obsoletos, falta de combustible y móviles con averías.

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Más móviles y mejoras

Las comisarías de las principales ciudades del departamento del Amambay tienen infraestructuras aceptables. Sin embargo, algunas subcomisarías y puestos policiales necesitan urgentes mejoras.

La necesidad de más patrulleras y personal es innegable en la región.

Los locales de las subcomisarías de las localidades de Estrella, San Luis y Vista Alegre de Pedro Juan Caballero son de madera. La de Estrella está en buenas condiciones, mientras que la de San Luis y Vista Alegre necesitan de nuevas instalaciones.

La subcomisaría de Vista Alegre es la que está en peor situación. El local policial está ubicado a 17 kilómetros del centro urbano, cuenta con una motocicleta que es utilizada para realizar la patrulla en su área de responsabilidad; el agua es escasa en el pozo artesiano que tienen.

Una de las necesidades de la policía en Amambay es de patrulleras para las subcomisarías y puestos policiales del área rural. Ante la falta de móviles, los agentes utilizan sus vehículos particulares.

Muchas necesidades

La mayoría de las dependencias policiales del departamento de Caazapá están en deplorable estado, con infraestructuras a punto de colapsar. También faltan combustible y víveres , y no cuentan con computadoras.

Mediante el aporte de empresarios, ganaderos, pobladores y municipalidades, algunas comisarías se encuentran en buenas condiciones y tienen las comodidades necesarias.

Una de las comisarias más importantes del departamento de Caazapá es la tercera de la ciudad de San Juan Nepomuceno, donde los efectivos policiales tienen la obligación de cuidar cuatro bancos, varias financieras, locales comerciales, estaciones de servicios, casas de estudios, pero el local se cae pedazos. El sector donde funciona el calabozo está a punto de derrumbarse y tiene el techo totalmente inservible.

Otra comisaría convertida en ruinas es la ubicada estratégicamente en la compañía Santa Teresita, distrito de Caazapá. Los dormitorios, las oficinas del jefe y de guardia se encuentran en paupérrimo estado.

Equipos obsoletos

Caaguazú cuenta con 27 comisarías y 42 subcomisarías, de las cuales una sola está en buenas condiciones. Las demás funcionan en medio de múltiples precariedades, con equipos obsoletos y móviles que operan a medias por averías.

La subcomisaría 2ª del barrio Azucena de Cnel. Oviedo es considerada de referencia de la zona. Cuenta con 18 agentes, cuatro habitaciones, un casino, una cocina, un baño, un calabozo y un depósito, todos en deplorable estado.

Algunas partes de las paredes son de madera y otras de cemento, están desgastadas por la humedad, y el techo tiene innumerables goteras. Con cada lluvia quedan bajo agua, ya que está en un terreno inundable.

Tiene un equipo de fax, radio y una computadora que funcionan a duras penas. Cuenta con una patrullera y una motocicleta.

En la comisaría 12ª Guyraunguá, de Caaguazú, son destinados nueve efectivos policiales. Tiene una sola habitación y una cocina-comedor precarias; el baño fue reparado por los agentes, mientras la patrullera no funciona.

“Pollada pro techo”

La comisaría 26ª de la compañía Carovení Nuevo, de Villarrica, dispone de un vehículo prácticamente inservible. Además, no posee computadora ni máquina de escribir.

Cuenta con solo dos agentes policiales y el local se cierra cuando deben realizar algún procedimiento.

El único móvil de la comisaría es una vieja camioneta que la mayor parte del tiempo está descompuesta. De igual forma, por los desperfectos mecánicos tampoco puede responder a las necesidades del lugar, atendiendo a la dificultad de transitar los caminos vecinales de la zona, donde los hechos de abigeato son comunes.

La misma situación atraviesan otras sedes policiales de Villarrica, como la comisaría 1ª del barrio Estación, que cuenta con seis agentes policiales que se turnan en guardias de grupos de tres. También se cierra cuando se requiere del servicio de todo el personal.

La dependencia tiene goteras. Una comisión vecinal prepara una serie de actividades, que arranca hoy con una pollada, a fin de recaudar G. 12.500.000 para refaccionar totalmente el techo de la comisaría.

Solo una tiene línea de Copaco

En Paso Yobái hay cuatro comisarías, tres subcomisarías y un puesto policial, 24 agentes del orden, cuatro patrulleras (una no funciona). También dispone de motocicletas, que no están en condiciones mecánicas.

Uno de los mayores inconvenientes para la realización eficiente de las tareas es la insuficiencia de combustible. Los agentes necesitan muebles, proyectiles, combustibles, teléfonos, equipamientos de oficina, cocina, sanitario, entre otros.

En cuantos a víveres, pocas veces retiran porque la poca cantidad no justifica el costo del viaje.

La mayoría de los edificios policiales de la zona fue construida por los vecinos y otras instituciones públicas. La comisaría 15ª es la única que cuenta con teléfono de Copaco.

Muchas mendigan a instituciones o personas particulares para poder cubrir las necesidades.

En la subcomisaría 35ª de la compañía Curuzú están asignados cinco agentes, pero el 50 por ciento es comisionado a otras zonas.

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