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CARMEN DEL PARANÁ, Itapúa (José Miguel González, de nuestra Redacción Regional). Esta localidad representa un gran atractivo para las familias que desean pasar las vacaciones de verano con tranquilidad, alejadas del ruido de las urbes.
Distante unos 30 kilómetros de Encarnación –por la Ruta 1–, su playa Tacuary, con arena de un metro de espesor y de unos 80 metros de ancho, es el punto de encuentro obligado de los amigos y de toda la población.
Forma parte de la carretera turística de Itapúa y a diferencia de otras ciudades veraniegas donde se elevan edificios de grandes hoteles, Carmen posee cómodos alojamientos incluidos en el programa “Posadas turísticas del Paraguay”, de la Secretaría Nacional de Turismo.
Los pobladores consideran a su playa como la más bonita de la región, puesto que es más extensa, apacible, cuya vista del límite del río Paraná es doblemente distante que las playas de Encarnación. “Es como si estuviéramos frente al mar”, dicen con orgullo los carmeños. Desde allí, la costa argentina es casi imperceptible. Además cuenta con un círculo de servicios gastronómicos y comerciales en su entorno urbano.
La comunidad ribereña cuenta con cerca de 8.000 habitantes, gran parte compuesta por descendientes de inmigrantes ucranianos y checos. La zona va tomando fuerza como nuevo polo turístico para la temporada de verano, sobre todo luego de la conclusión de la costanera, construida por la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).
Cada fin de semana reciben un promedio de 3.000 visitantes que llegan desde distintos puntos del país, pero principalmente de los distritos de Coronel Bogado, San Pedro del Paraná, Fram y otros sitios del departamento de Itapúa.
Durante todo el año es elegida como sede de las más importantes competencias deportivas del Sur del país, como el ciclismo, automovilismo, velerismo y pesca.
Mediante un movimiento de inversiones públicas y privadas fueron fortaleciendo los atractivos de la ciudad para hacer elegible como destino para el turismo.