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El párroco local, presbítero Daniel Mendoza, manifestó que fue emocionante recibir al cardenal, que recorrió el interior de la parroquia y se mostró maravillado por la historia cultural y patrimonial de nuestro país.
El cardenal no emitió opinión alguna y solo se limitó a escuchar la historia del templo considerado “Maravilla del Arte Barroco-Franciscano-Guaraní”.
En su interior aún se conservan originales tallados y pinturas sobre madera. La calidad del arte sacro se puede apreciar en el retablo, los confesionarios y los detalles que componen las aberturas del imponente santuario. Según los documentos, la construcción del templo se inició en 1755 y finalizó en 1772.