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ENCARNACIÓN (José Miguel González, de nuestra redacción regional). En otro intento por frenar el creciente cruce de compradores hacia Encarnación, la Aduana del vecino país comenzó a aplicar con rigurosidad el Régimen de Tráfico Vecinal Fronterizo, una norma que data de 1999 pero que no se había implementado.
Los principales perjudicados son los posadeños y aquellos que residen en un radio de 100 kilómetros del puente internacional “San Roque González de Santa Cruz”, ya que quedaron limitados a realizar compras los días hábiles de 7:00 a 19:00 y por un monto no superior a 50 dólares por persona.
“Estas situaciones cíclicas no deben ser coartadas; las trabas son arbitrarias y no fomentan la integración”, remarcó Vergara. “Reducir la compra de argentinos de 150 dólares a solo 50 es escandaloso”, agregó.
Es una actitud aviesa restringir el tráfico vecinal fronterizo en un momento en que ocasionalmente favorece a nuestro país, enfatizó.
Aseguró que el objetivo del Gobierno argentino es desalentar el comercio de ciudadanos de ese país con Paraguay, de modo que el dinero no salga del territorio argentino. “Están haciendo cualquier cosa para que el ciudadano argentino se rabie y no quiera cruzar la frontera, atajándole en filas de cinco, seis y hasta nueve horas ahí bajo el sol; cierran casillas de atención y son lentos”, opinó.
El endurecimiento de las medidas “ya representan un ensañamiento y es preocupante”, dijo. A pesar de la situación, Vergara afirmó que diariamente se está recibiendo en Itapúa entre 20.000 y 30.000 personas de nacionalidad argentina.
En ese mismo sentido se pronunció la presidenta de la Cámara de Comercio y Servicios de Encarnación (Cacise), Mirtha Montiel. “Por 12 años fuimos nosotros a comprar a la Argentina, y aquí nadie puso restricciones”, afirmó. Esperamos la intervención de la Cancillería de nuestro país para que realice una firme protesta, añadió.
“Aproximadamente 10.000 comercios encarnacenos apechugamos la crisis cuando encarnacenos y habitantes de otros distritos todos los días iban a comprar a Posadas. La situación fue complicada, pero aquí nadie pidió que se pusieran trabas”, concluyó la empresaria.