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SAN LORENZO (Antonia Delvalle C., corresponsal).-Este distrito, administrado por el intendente Albino Ferrer (ANR), dispone de un presupuesto de G. 89.000 millones (de ellos unos G. 30.000 millones corresponden a Fonacide y royalties).
En tanto, la Comuna de Fernando de la Mora, a cargo del intendente Édgar Quintana (ANR), que es territorialmente mucho menor a la sanlorenzana, cuenta con G. 65.000 millones, de los cuales unos G. 12.000 millones corresponden al rubro de Fonacide y royalties.
Las calles sanlorenzanas más afectadas son aquellas que delimitan los municipios, así como aquellos que comparten responsabilidad de mantenimiento con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
Un ejemplo de ello es la calle Leopardi, que presenta fisuras y peligroso pozos. En las mismas condiciones está la calle Luis María Argaña, cuyo mantenimiento corresponde al MOPC.
Según los vecinos, las arterias que están en estado calamitoso son aquellas que se utilizan como alternativas, para evitar el tránsito por la ruta Mariscal Estigarribia, y aquellas que son de acceso a populosos barrios.
“Todos se tiran la pelota para arreglar la calle Juan Leopardi esquina avenida Avelino Martínez (ahora Luis María Argaña). El pozo que está en esta intersección ya provocó varios accidentes”, dijo Luisa Estigarribia, pobladora del barrio Barcequillo.
En esa misma intersección tampoco funciona el semáforo. La lámpara de la luz naranja se desprendió.
Unos 100 metros de la calle Arsenales, cerca de su intersección con la avenida Luis María Argaña, en los días de lluvia un arroyito colmatado por la basura desborda e inunda toda la arteria, por lo que se vuelve peligroso utilizarla.
Arsenales fue objeto de regularización asfáltica a cargo del MOPC, para servir como desvío, al igual que la calle Nuestra Señora de la Asunción.
Pero la mala calidad de la obra quedó en evidencia con el rápido deterioro de la delgada capa de asfalto que aplicaron sobre el empedrado.
Fernando de la Mora
En la “ciudad joven y feliz”, la calle 14 de Mayo se encuentra minada de baches. Los automovilistas utilizan esta vía para conectarse de Mariscal Estigarribia con la avenida Acceso Sur.
El sistema semafórico de la ruta Mcal. Estigarribia y su intersección con las calles Capitán Rivas, y con Pastora Céspedes, en los límites con ambas ciudades no funciona. Lo mismo ocurre con las señales ubicadas sobre la avenida Mcal. López y Waldino Ramón Lovera.
Agua servida
Una realidad que no se puede desconocer es la inconsciencia de algunos pobladores que vierten indiscriminadamente agua servida a las calles ante la carencia de desagüe pluvial y cloacal, lo que contribuye al rápido deterioro de la carpeta asfáltica.
A esto se suma la incapacidad de las municipalidades en la fiscalización del vertido de desechos líquidos, así como la correcta ejecución de los trabajos de reparación.