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Los brasiguayos estarían pagando la suma de 4 a 5.000.000 de guaraníes por hectárea a cada propietario para la explotación agrícola por espacio de cinco años.
De acuerdo con las investigaciones, los empresarios brasileños arrendaron tierras de los productores pecuarios de San Patricio, San Ignacio, Santa Rosa y de San Juan Bautista.
Los colonos de Santa Rita, Alto Paraná, se pusieron en contacto con los hacendados de Misiones y empezaron las negociaciones en concepto de arrendamiento de las propiedades para el cultivo de soja.
Además de la arada, disqueada, iniciaron la fertilización de la tierra, desconociéndose qué tipo de abono químico utilizan. Sectores agrícolas de la zona exteriorizaron la preocupación porque se desconoce el impacto ambiental que podría generar la aplicación de insecticida y fertilizantes.
El secretario de Agricultura y Ganadería de la Gobernación, Santa Cruz del Pilar Cardozo, sostuvo que ha iniciado una investigación, a fin de determinar con certeza el plan agrícola, la extensión de tierra a ser cultivada, los productos químicos a ser utilizados en la preparación de tierra, la siembra, el sistema de riego y los fertilizantes.
También se hará una investigación sobre los efectos que podrían ocasionar al ambiente la utilización de productos químicos, fundamentalmente a las praderas naturales y arroyos que sirven para abrevar al ganado.
CULTIVO EXTENSIVO EL AÑO PRÓXIMO
De acuerdo a los datos, los empresarios brasileños comenzaron, este año, con la preparación de tierra. La siembra en forma masiva estarían realizando el año próximo.
Sin embargo, la preocupación a nivel de agricultores locales y de ganaderos es la repercusión que podría tener el cultivo de soja en tierras de Misiones.
La explotación irracional, el uso de insecticidas y otros productos podría dejar inútil a la tierra arrendada.