Los agricultores han reducido la cantidad de aplicaciones de insecticidas y ya ahorran en mano de obra.FORMOSA (Marti Bogado, enviado especial).- El ingeniero Marcelo Falco, de Genética Mandiyu, entidad anfitriona que se encargó de las conferencias y guía del recorrido realizado por técnicos, productores y empresarios por las Provincias de Formosa, Chaco y parte de Santiago del Estero, mostró un material audiovisual a los mismos como parte de la actualización técnica en el uso de semillas genéticamente modificadas para el cultivo del algodón.
En el material, los pequeños productores de la localidad de El Colorado daban su testimonio de que anteriormente con el sistema convencional utilizaban surcos de 1 metro, mientras que ahora con surcos reducidos de 52 centímetros y el uso de semillas resistentes a plagas o tolerantes a glifosato han aumentado su producción.
"El gran problema anteriormente era que 30 días antes de cosechar se venía un ataque de orugas por ejemplo, no se las combatía con nada, y cuando queríamos combatir, nuestros algodonales ya estaban devorados. Hoy en día estamos haciendo dos a tres aplicaciones seguras de insecticidas. Con el BG/RR solucionamos los pequeños problemitas que nos estaban quedando", señaló el productor César Alberto Vallejos.
"Trabajando con el sistema convencional, uno de los obstáculos para el productor era la falta de mano de obra, carpidores y cosecheros, pero ahora con la tecnología se puede obviar esa situación", según comentó Vallejos.
El ministro de la Producción de Formosa, ingeniero Luis Paster, señaló que el proceso de uso de biotecnología y aplicación de surcos estrechos se inició hace ya bastante tiempo.
"Se apostó a la diversificación sin que esto signifique dejar de lado ninguno de los cultivos. Por el contrario, se pone énfasis en que cada cultivo se desarrolle con la mayor eficiencia productiva de forma tal que se puedan aprovechar las buenas oportunidades en clima y precio", dijo Paster.
Con esta visión nosotros iniciamos hace ya un tiempo atrás el análisis de cuál era la alternativa tecnológica a la presencia de cada vez más fuerte de la oruga de la hoja y otras plagas. Así surgió la posibilidad de proponer a los productores la utilización de la tecnología con semillas resistentes a orugas y posibilidades de garantizar el rendimiento de 1.500 kilos por hectárea en surcos convencionales y en el caso de surcos estrechos 2.500 a 3.000 kilos, explicó.
En la Argentina comenzaron a utilizar semillas de algodón BT, BG o Biogodón inicialmente también conocida como Bolgart I. Hoy en día ya utilizan el Bolgard III que lleva dos elementos: El BG y el RR. La semilla BT o BG es la que ofrece resistencia al ataque de plagas como las orugas y el algodón BG o BT (Biogodón) produce una proteína para el control de insectos (Cry1Ac) derivada de la bacteria Bacillus Thurigiensis presente en el suelo. La RR (Roundup Ready) es la que ofrece tolerancia al glifosato y permite el control de las malezas.
El algodón RR (Roundup Ready) es tolerante al glifosato y ofrece a los productores un amplio control de malezas con un mínimo de impacto ambiental.
En el material, los pequeños productores de la localidad de El Colorado daban su testimonio de que anteriormente con el sistema convencional utilizaban surcos de 1 metro, mientras que ahora con surcos reducidos de 52 centímetros y el uso de semillas resistentes a plagas o tolerantes a glifosato han aumentado su producción.
"El gran problema anteriormente era que 30 días antes de cosechar se venía un ataque de orugas por ejemplo, no se las combatía con nada, y cuando queríamos combatir, nuestros algodonales ya estaban devorados. Hoy en día estamos haciendo dos a tres aplicaciones seguras de insecticidas. Con el BG/RR solucionamos los pequeños problemitas que nos estaban quedando", señaló el productor César Alberto Vallejos.
"Trabajando con el sistema convencional, uno de los obstáculos para el productor era la falta de mano de obra, carpidores y cosecheros, pero ahora con la tecnología se puede obviar esa situación", según comentó Vallejos.
El ministro de la Producción de Formosa, ingeniero Luis Paster, señaló que el proceso de uso de biotecnología y aplicación de surcos estrechos se inició hace ya bastante tiempo.
"Se apostó a la diversificación sin que esto signifique dejar de lado ninguno de los cultivos. Por el contrario, se pone énfasis en que cada cultivo se desarrolle con la mayor eficiencia productiva de forma tal que se puedan aprovechar las buenas oportunidades en clima y precio", dijo Paster.
Con esta visión nosotros iniciamos hace ya un tiempo atrás el análisis de cuál era la alternativa tecnológica a la presencia de cada vez más fuerte de la oruga de la hoja y otras plagas. Así surgió la posibilidad de proponer a los productores la utilización de la tecnología con semillas resistentes a orugas y posibilidades de garantizar el rendimiento de 1.500 kilos por hectárea en surcos convencionales y en el caso de surcos estrechos 2.500 a 3.000 kilos, explicó.
En la Argentina comenzaron a utilizar semillas de algodón BT, BG o Biogodón inicialmente también conocida como Bolgart I. Hoy en día ya utilizan el Bolgard III que lleva dos elementos: El BG y el RR. La semilla BT o BG es la que ofrece resistencia al ataque de plagas como las orugas y el algodón BG o BT (Biogodón) produce una proteína para el control de insectos (Cry1Ac) derivada de la bacteria Bacillus Thurigiensis presente en el suelo. La RR (Roundup Ready) es la que ofrece tolerancia al glifosato y permite el control de las malezas.
El algodón RR (Roundup Ready) es tolerante al glifosato y ofrece a los productores un amplio control de malezas con un mínimo de impacto ambiental.