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LUQUE (Arnaldo Espínola, corresponsal). Unos 350 niños asisten a la Escuela Básica Nº 4697 “Nueva Asunción” de la compañía Tarumandy, límite de esta localidad con el municipio de San Bernardino, en medio de múltiples carencias. Por falta de más aulas, los alumnos dan clases en la pequeña biblioteca y debajo de un añoso árbol. Esta es la única institución educativa en la zona.
“Los estudiantes precisan de más aulas, sillas nuevas y reponer los vidrios de las ventanas rotas para afrontar el invierno”, indicó el director de la escuela, César Ramírez.
Agregó que la institución está edificada en una zona baja y con cada lluvia se inunda, por lo cual requieren que sea rellenado el terreno.
El director pidió la reestructuración del antiguo tinglado para habilitarlo como salón multiuso de la institución. Explicó que técnicos del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), de la Gobernación Central y de la Municipalidad de Luque realizaron los estudios correspondientes para recuperar el deteriorado tinglado.
Sin embargo, hasta ahora no iniciaron los trabajos y la vieja estructura representa un peligro para los niños.
El derruido edificio se puede caer, no cabe ninguna duda. Las paredes están agrietadas, humedecidas y lógicamente debilitadas.
La dirección funciona en una de las esquinas del viejo local, y sus sillas, mesas, gavetas y armazones se encuentran en lamentable estado.
Según el director, el año pasado con dinero del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide) la Municipalidad construyó un precario baño sexado y un aula para paliar en parte las múltiples necesidades, pero no son suficientes, cuestionó.
La institución no cuenta con título de propiedad y fue habilitada hace 15 años, en una construcción vieja, que era utilizada por la quebrada y desaparecida firma Óga Rape, que construyó un grupo habitacional en la zona.