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ENCARNACIÓN (De nuestra redacción regional). Los hechos ocurrieron en el lugar conocido como barrio San Roque González de Santa Cruz, compañía Taruma, distrito Alto Vera, en el límite con el distrito de San Pedro del Paraná.
De acuerdo con los datos proporcionados por el jefe de la oficina regional Hohenau del departamento de Investigación de Delitos de la Policía Nacional, oficial segundo Ariel Gamarra, tanto las violaciones de las mujeres como el asesinato de Benigno Jara Ruiz Díaz (37) ocurrieron en una compañía rural distante a unos 15 kilómetros al norte del centro urbano de Alto Verá.
Dicho sitio queda muy cerca del asentamiento Kuarahy Resê, en el distrito de San Pedro del Paraná, donde el día 13 último la que sería la misma banda asaltó una vivienda, robó un automóvil y secuestró a una joven a quien ultrajaron y luego abandonaron en un bosque cercano al asentamiento.
“La versión que tenemos es que los malvivientes tenían planeado atacar a los policías que cubrían la seguridad en la fiesta, pero como eran cuatro, desistieron de ello. Los mismos se encontraban en los alrededores y cuando esta familia se retiró de la fiesta para volver a su casa fue interceptada y fueron abusadas las dos mujeres y la niña”, señaló el agente policial citado.
De acuerdo con las versiones que circulan entre los pobladores de esta zona, los asaltantes que cometen dichos crímenes se autodenominan UPP y serían una versión local del grupo de malvivientes Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) que opera en el norte del país.
Los Bustamante
Para la policía, sin embargo, se trata de un grupo de delincuentes comunes, contra quienes existen órdenes de captura por diversos delitos, entre ellos abigeato, asaltos y robo. Los cabecillas del grupo serían dos hermanos de apellido Bustamante.
El grupo se desplaza en una zona que comprende los límites de los departamentos de Itapúa y Caazapá. Ataca en poblaciones alejadas y poco protegidas por las fuerzas policiales, debido a las grandes distancias y la dificultad del movimiento de vehículos por las malas condiciones de los caminos.
La policía no cree que sea una organización paramilitar con fines de lucha armada similar al EPP, sino una banda que se dedica a encubrir el narcotráfico en la zona, que busca imponer el temor entre la población.
La gente le tiene miedo, nadie aporta información y las condiciones del terreno hacen muy difícil la tarea de investigación policial, según el encargado de las pesquisas en este caso.
“Ellos (los malvivientes) están al tanto de los movimientos de la policía, se ocultan y se desplazan con facilidad en una zona donde, actualmente y por las condiciones climáticas y el mal estado de los caminos, no se puede circular con las patrulleras”, refirió el policía Benigno Jara Ruiz Díaz.
El asesinato ayer del mencionado campesino, quien previamente fue violado por los atacantes, tiene las características de un “ajuste de cuentas” o un mensaje de advertencia para otros, según creen los pobladores. Esta víctima fue atacada en su propia casa, alrededor de las 5:30 de ayer, cuando recién se levantaba.