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NANAWA, Dpto. de Presidente Hayes (Rocío Portillo, corresponsal).- El intendente, Catalino Añazco (ANR), dijo que ante la bajante que experimentan los ríos que riegan la zona, los pobladores ribereños, que se vieron obligados a abandonar sus casas por las inundaciones, regresan paulatinamente a localidad.
Explicó que algunos de ellos regresan para habitar nuevamente sus hogares, y otros para verificar las condiciones de sus viviendas.
La bajante trae alivio a las decenas de familias damnificadas, que aguardan con esperanza que los cauces hídricos Pilcomayo, Negro y Paraguay alcancen su altura habitual.
Añazco comentó que tras verificación en la vecina ciudad de Clorinda (Argentina) de la situación de los compatriotas, constataron que estos no son asistidos por la Comuna clorindeña.
Explicó que las familias reubicadas en los barrios Libertad y Nueve de Julio no cuentan ni con insumos básicos, como agua y luz.
El intendente instó a la ciudadanía a ser solidarios con los afectados, que precisa de abrigos, agua potable, zapatos, frazadas y otros elementos, especialmente para los días de frío.
Hasta el momento la actividad comercial en la zona se encuentra paralizada. Todo movimiento se realiza por la ciudad de Puerto Falcón.
Marcos Huerta, poblador del barrio Central de Nanawa, comentó que la Comuna de Nanawa le proveyó de carpas, chapas y terciadas para construir un albergue provisorio en el territorio de Clorinda.
Aclaró que de las autoridades de la vecina ciudad fronteriza no recibió asistencia alguna.
Sobre la situación por la que atraviesa el municipio de Nanawa dijo que aún es crítica. “El operativo retorno será toda una odisea. Se deben reconstruir las viviendas en su totalidad de manera que sean habitables nuevamente. Esto demandará una gran inversión a los pobladores”, dijo preocupado.