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MARIANO ROQUE ALONSO (Juan Jara, corresponsal). El puente Remanso parece un campo de batalla en varios puntos, debido a la cantidad de baches de diferentes proporciones. A eso se suman los peligrosos hundimientos y ondulaciones.
Las pésimas condiciones en que se encuentra la pasarela, que une la región Oriental con la Occidental o Chaco, obliga a los automovilistas a realizar peligrosas maniobras. Algunos conductores circulan a la velocidad mínima, ocasionando que por momentos se formen largas filas de vehículos sobre el estrecho puente.
El tránsito vehicular sobre esta pasarela es muy importante porque sirve como principal cruce hacia el territorio chaqueño. Además es uno de los principales accesos y salidas terrestres de pasajeros y cargas hacia la frontera con la República Argentina por las localidades de José Falcón y Nanawa (Dpto. de Presidente Hayes).
A raíz del importante flujo vehicular, el deterioro de la pista se produce con mayor rapidez.
Mucha basura
Además de los baches, ondulaciones, desniveles y hundimientos, el puente Remanso está minado de basura de todo tipo, además de arena en ambos lados. La imagen que proyecta nuestro país a los visitantes es lamentable.
La limpieza de la pasarela también es obligación del Ministerio de Obras Públicas.
El mantenimiento del puente Remanso es responsabilidad del Ministerio de Obras Públicas (MOPC). A juzgar por las condiciones en que está, ninguno de los ministros de los últimos cinco años priorizaron la pasarela.
El actual titular de Obras Públicas, Ramón Jiménez Gaona, tiene la obligación de interesarse en la reparación y limpieza de la pasarela.
En los primeros días de la nueva administración de la cartera de Estado, las autoridades hablaron de falta de fondos para las obras. Ayer intentamos hablar con algún responsable del MOPC, pero el número de la central telefónica constantemente daba tono de ocupado.