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El atractivo y rentable negocio de la ganadería en este departamento chaqueño hace que se genere la explotación de grandes hectáreas de tierra. En Fuerte Olimpo, capital departamental, en la zona conocida como exobraje San Carlos es donde más deforestación se registra.
La Asociación Rural del Paraguay (ARP) habla de un 30 por ciento de tierras ocupadas por los ganaderos. Sin embargo, esta cifra sería irreal, atendiendo el alto nivel de aumento del hato ganadero en la región, compuesta por casi 1.500.000 cabezas de ganado vacuno, y además alrededor del 60 por ciento de las tierras del departamento están en poder de brasileños, uruguayos y orientales, que son atraídos por el bajo costo de las parcelas y la irrisoria suma que se paga en concepto de impuesto inmobiliario.
El paulatino desarrollo del sector ganadero se da desde hace unos cinco años, considerando el dato de que en 2009 la cantidad de ganado vacuno en el departamento no superaba las 700.000 cabezas. Actualmente esta cifra fue duplicada.
Esta realidad difiere de los dato que maneja la ARP con relación al porcentaje de tierras explotadas en la región por el sector ganadero.
Según el ingeniero Ismael Arias, secretario de Medio Ambiente de la Gobernación de Alto Paraguay, en el año 2010 la ARP sostenía que apenas un 25% de las tierras del departamento eran ocupadas por la actividad ganadera. Si se actualizan dichos datos, el porcentaje sería de un 30 por ciento de área ocupada por los ganaderos, indicó.
Añadió que si comparamos el crecimiento del hato ganadero, fácilmente se puede deducir que actualmente se tiene un porcentaje de más del 50 por ciento de tierras ocupadas para la actividad de la ganadería.
La última cifra incluso sería mucho mayor, ya que mediante sobrevuelos por el departamento se puede observar la gran cantidad de área boscosa desaparecida. En medio de los montes se observan campos pastoriles para alimentar al ganado.
Los grandes bosques solo se mantienen en la zona norte del departamento, donde se hallan ubicados los parques nacionales Defensores del Chaco, Río Negro, Cerro Guaraní, Timané y Cerro Chovoreca.
Según un informe de la Secretaría del Ambiente (Seam) en solo seis meses se arrasó con 25.000 hectáreas en la Región Oriental y 117.000 hectáreas en el Chaco.
La diferencia está en que en la Región Occidental las reservas no están protegidas por una ley, como ocurre en la Oriental.