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ENCARNACIÓN (De nuestra redacción regional). Intensos trabajos se realizan en el cinturón que rodea el arroyo, desde el puente de la Ruta VI en un primer tramo hasta la avenida Curupayty. Los obreros completan las tres veredas recreativas planificadas con tres tipos de iluminación a orillas del arroyo Potî’y, sector en el que se utilizarán farolas especiales denominadas “Gaviota”, que iluminarán toda la ribera.
La obra está a cargo del Consorcio Ecosur, cuyo jefe fiscalizador es el ingeniero Julio Vera. El profesional destacó que con máquinas viales realizan movimiento de tierra en el sector donde construirán la ciclovía, que se extenderá por más de 1.000 metros desde el puente Santa María hasta Villa Cándida, con dos rotondas en ambos extremos.
El sector a habilitarse próximamente ya cuenta con un muelle y una rampa de lanzamiento de embarcaciones para las actividades náuticas. Tendrá similares características al paseo costero sobre el río Paraná, con espacios verdes y plazas con juegos.
“La ciudadanía tiene que apropiarse de esta costanera –afirmó– máxime que ahora cuenta con dos casillas de vigilancia con personal las 24 horas”, dijo Vera.
La iniciativa busca otorgar una nueva imagen a la avenida que bordea el arroyo Santa María.
Con las garitas que fueron colocadas ayer se garantizará que no se convierta en “tierra de nadie”, sobre todo desde la caída del sol hasta bien entrada la madrugada. En ese lapso, normalmente, una sucesión de vehículos estacionados compiten por ver quién extrae un sonido más estridente de sus autorradios en los espacios públicos, dijo. Es típico escuchar a cada uno con su ritmo y todos a la vez, lo que condena el descanso no solo de los vecinos, sino también de los que pretenden dar un paseo por la costa o tomar un mate sentados frente al arroyo, expresó Julio Vera.