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PILAR, Ñeembucú (Clide Noemí Martínez, corresponsal). La acción de las instituciones estatales permitirá hacer justicia con la generación de valientes que enfrentó la invasión aliada (Argentina, Brasil y Uruguay) en la guerra contra la Triple Alianza (1864-1870). También posibilitará el mejoramiento del entorno, incluyendo las vías de acceso, así como el fortalecimiento de los atractivos turísticos del Ñeembucú, sumando a su exuberante naturaleza el patrimonio histórico que muchas generaciones de paraguayos desconocen.
El ministro de Cultura, Rubén Capdevilla, realizó el 17 de enero un recorrido por los sitios históricos. En la ocasión, lamentó el estado deplorable en el que se encuentran varios monumentos que recuerdan las grandes batallas de la guerra contra la Triple Alianza. La institución a su cargo se ocupará inmediatamente del caso, pasando de las palabras a los hechos, afirmó en la ocasión.
Capdevila valoró el sacrificado trabajo de los gestores culturales del departamento, que en los últimos años han asumido el esfuerzo de mantener viva la memoria histórica e impulsar el mantenimiento de los monumentos con apoyo de las autoridades locales. En ese contexto, anunció que en febrero técnicos del Ministerio de Cultura verificarán los lugares para efectuar un relevamiento exhaustivo que permita hacer intervenciones precisas.
“Con esta visita identificamos algunos aspectos que pueden ser mejorados inmediatamente, considerando que varios monumentos están muy deteriorados”, indicó el ministro.
Añadió que en estos casos se debe subsanar la situación antes de que la situación empeore, afirmando que estar en el terreno permite tener una visión mucho más realista y comprometió a las instituciones como la Secretaría Nacional de Cultura y la Comisión del Sesquicentenario de la Epopeya Nacional a respaldar el trabajo que se realiza a nivel departamental con mucho esfuerzo y sin recursos.
El gobernador del Ñeembucú, Luis Benítez (ANR), manifestó su apoyo a los proyectos que pueda emprender el Ministerio de Cultura. Mencionó que el principal escollo a vencer es el difícil acceso a los sitios históricos, situación que puede ser revertida con el respaldo del gobierno central.
El abandono de los monumentos históricos del Ñeembucú se remonta a varias décadas atrás, pues no se ha registrado ninguna intervención importante desde los años ‘60.
Los “monumentos” que recuerdan las batallas se conservan penosamente. Habían sido instaladas por orden del entonces titular de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP), el héroe pilarense contralmirante Ramón Enrique Martino. Desde entonces, los nombres de Curupayty, Tuyutí, Humaitá y otros, solo sirvieron para discursos elocuentes e hipócritas, plenos de falso patriotismo.