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ENCARNACIÓN (José Miguel González, de nuestra redacción regional). Ante las denuncias de los pobladores, los directores de la Dirección de Obras y Planificación de la Comuna recorrieron el lugar y observaron el avance del alambrado, que incluso impide a las personas circular libremente por las costas del embalse.
Dijeron que se trata de un terreno de una hectárea que empezaron a cercar hace unos días, impidiendo el paso hacia esa zona.
Los trabajos se habrían hecho sin aviso previo a la Municipalidad y ante la indignación de la gente que utiliza este predio como esparcimiento.
Para adueñarse del terreno, los trabajadores de EBY aducen que este sector privilegiado de 1.000 metros cuadrados les fue cedido en comodato en octubre de 2012 por el exdirector de Yacyretá Lic. Enrique Cáceres Rojas y el exintendente y actual director, Juan Schmalko.
Al igual que las demás costaneras, este es otro sector atractivo para los encarnacenos. Sus 1.300 metros de extensión con bicisenda sirven para que los pobladores y visitantes realicen paseos a cualquier hora.
Comienza en el puente de la Ruta VI, sobre el arroyo Santa María y continúa hasta la avenida Curupayty.
El director de Planificación, Jhony Cantero, lamentó que ocurra justo cuando se creó el Consejo Municipal de Desarrollo Urbano de esta ciudad, que se abocará al anteproyecto de un plan de desarrollo integral para evitar la anarquía.
Dijo que son varios los clubes afectados por la represa y que fueron relocalizados en esta zona por resolución dictada en 2011. Pero que, sin embargo, los trabajadores de la binacional no tienen club ni tampoco afectación.
“Con este criterio cualquier asociación de trabajadores podrá tomar posesión de la Costanera”, dijo el funcionario.
Los empleados de la EBY aplicaron la política de los hechos consumados. No presentaron el pedido de permiso a la Municipalidad y sin consentimiento construyeron una cancha sintética con graderías, para posteriormente cercar el lugar.
El sector con costa del embalse cuenta con un muelle y una rampa de lanzamiento de embarcaciones para las actividades náuticas, además de dos islas de pájaros, construidas como compensación por haber destruido, a raíz del embalse, un entorno propio de las especies de aves de la zona.