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El expediente en el que está involucrado Enrique “Kike” Sarubbi en un juicio a su suegro muerto, Francisco Feliciano Duarte, sigue vivo.
En esta oportunidad es la misma sala civil de la Corte Suprema de Justicia la responsable de dilatar el final de un caso vergonzoso para la Justicia.
La sala civil está integrada por los ministros Óscar Bajac, Raúl Torres Kirmser y César Garay.
El jueves último, la Corte Suprema remitió a Ciudad del Este una copia del expediente Nº 272 “Enrique Sarubbi sobre interdicto”.
El documento se encontraba en poder del ministro Raúl Torres Kirmser desde junio pasado.
Para justificar la remisión del expediente, los integrantes de la sala civil argumentaron que faltaba la firma de una camarista para tratar el tema de una recusación.
Los ministros faltaron a la verdad: los camaristas Sixto Melgarejo, Perfecto Orrego y Alba García de Zúñiga firmaron el pedido de estudio de una recusación.
La sala civil no debió remitir el expediente a Ciudad del Este, con esta maniobra se logra dilatar una acción de interdicto planteada por Enrique “Kike” Sarubbi, quien busca nuevamente tomar posesión de una finca en Minga Guazú que no le pertenece.
Lo grave del caso es que la misma Corte Suprema se presta a que siga vigente un proceso donde un muerto fue condenado: en el año 2014 Sarubbi demandó a Francisco Feliciano “Manito” Duarte por cumplimiento de contrato. Duarte murió en junio de 2000.
Los 11 jueces recusados
“Kike” Sarubbi inició el 12 de febrero de 2015 una acción de interdicto. La mano cómplice de la jueza Máxima Meza le permitió tomar posesión de la finca 531, localizada en Minga Guazú, propiedad de HB Inmobiliaria SA.
El juicio no logra finalizar porque Sarubbi recusó a los 11 jueces que integran el fuero civil en Ciudad del Este; todos los magistrados, sin excepción, fueron recusados.
El 14 de agosto de 2015, la sala civil de la Corte Suprema advirtió a Sarubbi y a su equipo de abogados de sanciones en caso de continuar las recusaciones.
La advertencia no sirvió de nada: en tres oportunidades diferentes siguieron las recusaciones al pleno del tribunal de apelaciones.
Desde junio último, el ministro Raúl Torres Kirmser tiene el expediente en su escritorio. Dilató su estudio. Ninguna sanción se impuso a Sarubbi a pesar de la advertencia previa.
Y ahora, en lugar de rechazar la recusación, la misma Corte Suprema envía el expediente a Ciudad del Este, con el agravante de que utiliza un justificativo falso.
“Kike” Sarubbi impulsó un juicio fraudulento contra su suegro. La Corte Suprema se encarga de mantener vivo el caso que involucra a un muerto que fue condenado sin poder defenderse.
roque@abc.com.py