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FILADELFIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). Los pobladores ribereños festejan que el agua del río Pilcomayo ya haya llegado a la comunidad de Margariño, distante unos 185 kilómetros de la embocadura o canal del recurso hídrico. Esperan que avance unos 100 kilómetros más.
Los trabajos de limpieza del canal realizados contra reloj por la Comisión Nacional del Río Pilcomayo (CNRP) –y por primera vez con dragas en la zona de la embocadora– permitieron que, pese a contar con aguas bajas o medias en esta época del año, el agua del Pilcomayo fluya a distancias más largas del territorio nacional, después de varios años. La limpieza esta vez fue un éxito, aunque igualmente quedan incógnitas a mediano y largo plazos de, por ejemplo, qué hacer con los grandes volúmenes de sedimentos (arena) que se convirtieron en verdaderas colinas.
Las tareas de la CNRP incluyeron destronque en los canales tierras adentro con máquinas convencionales, así como la limpieza del puente internacional Pozo Hondo-Misión La Paz con una retroexcavadora anfibia dispuesta por la Gobernación de Boquerón.
Los últimos trabajos de limpieza del canal del Pilcomayo habían comenzado muy tarde por la destitución del director de la CNRP, Oscar Salazar, que fue reemplazado por Ricardo Riego. Este ordenó el inmediato inicio de los trabajos, con los fondos disponibles, unos G. 40.000 millones.
Las máquinas trabajaron solo 20 días en la limpieza, hasta que se produjo la primera riada. Después continuaron las tareas, aunque no en forma regular, hasta terminar los contratos licitados.
En julio de 2017, durante una reunión con Salazar, pobladores y productores lamentaron que el agua no corría en el lado paraguayo, mientras la comisión hablaba de éxitos. Ahora, la CNRP anunció que en setiembre próximo será licitada una limpieza para comenzar en tiempo los trabajos por G. 100.000 millones.