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SAN BERNARDINO, Dpto. de Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). Parte de los pestilentes efluvios cloacales que escapan de sus cañerías se escurren hasta las orillas del lago Ypacaraí.
Ayer operarios de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) trabajaban en una cámara séptica en busca de destrancar los conductos y de hacer funcionar la bomba que una vez más se encontraba averiada por falta de mantenimiento y no está en condiciones de realizar la labor.
Los funcionarios mencionaron que la motobomba debe ser reemplazada, pero que desde la central les informaron que recién el lunes enviarían el elemento a la zona.
Mientras, los desechos iban a seguir fluyendo hacia el lago y contaminando sus aguas en el inicio de la temporada veraniega y cuando más gente viene a la zona en busca de esparcimiento y darse un chapuzón.
Asimismo, el sistema de desagüe cloacal de la avenida Luis F. Vaché esquina Colón también tiene pérdidas que hacen que esas arterias estén llenas de residuos malolientes.
Además de generarse un ambiente insalubre, este hecho ocasiona la formación de grandes baches en las calles, muchas de ellas con tránsito constante todo el día.
La ruta que une San Bernardino con Luque, inaugurada recientemente, ya tiene enormes hoyos en la zona del barrio Colón, generados por el mismo problema citado.
Intentamos comunicarnos con el presidente de Essap, Ludovico Sarubbi, pero no contestó nuestras reiteradas llamadas a su celular y no se pudo tener su versión sobre lo que está ocurriendo.
Técnicos medioambientales vienen advirtiendo desde hace años que los residuos cloacales representan un 80% de la carga contaminante del lago Ypacaraí, y en San Bernardino, según los propios vecinos, la Essap es la primera responsable de la contaminación por el pésimo servicio que presta en la comunidad.