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En las playas de Areguá el nivel de toxinas representa severo riesgo.
La Secretaría del Ambiente (Seam) dio a conocer ayer los últimos resultados del reporte de monitoreo y análisis de “calidad de agua del lago Ypacaraí”, en el marco del “Programa de vigilancia de calidad de agua potable y recreativa”. El estudio fue realizado por la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa).
Según el informe, hubo aumento sustancial de cianobacterias (algas tóxicas) en la playa Rotonda de San Bernardino, que subió de 118 cél/ml a 3.689 cél/ml.
El estudio corresponde al periodo del 16 al 19 de diciembre de 2014.
Asimismo, hubo una disminución en la Playa Municipal de Ypacaraí, que en el muestreo pasado tenía un índice de 1.141 cél/ml, que ahora disminuyó a 252 cél/ml de toxinas. En el muelle San Blas también hubo una pequeña disminución de 312 cél/ml a 223 cél/ml.
En lo que se refiere a la Playa de Areguá, el nivel de cianobacterias se elevó a 1.145.299 cél/ml con una producción elevada de toxinas, que representa un riesgo severo para la salud.
La recomendación para esta zona es no habilitar el lago ni siquiera para uso recreativo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el índice tolerable es de 20.000 cél/ml.
Teniendo en cuenta que el género predominante de las cianobacterias es el Microcystis, el resultado del análisis de toxinas dio un valor de 28,38 ug/L de microcistina, considerado alto, según el informe presentado por Digesa.
La experta en cianobacterias del Centro Multidisciplinario de Investigaciones Tecnológicas (Cemit) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), Inocencia Peralta, advirtió que no se debe tomar muy a la ligera la floración de las algas tóxicas que se tuvo el fin de semana último en San Ber. Indicó que las condiciones climáticas son propicias para un bloom.
Dijo que no se debe tomar muy a la ligera la floración de las cianobacterias, aunque todavía se encuentren dentro de los parámetros normales. Exhortó a las autoridades sanitarias a iniciar las acciones concretas para la recuperación del lago.
La doctora Peralta expresó que se debe advertir a la población sobre la presencia de la toxina de microcistina en el lago de la ciudad de Areguá, ya que afecta a la salud humana, especialmente órganos como el hígado y el estómago.