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Existe una clara y fuerte posición del papa Francisco sobre este tipo de situaciones, indicó.
El prelado señaló que, para el común de la gente, los casos de abusos, sean estos de cualquier tipo, y al estar involucrado un integrante del clero católico, ya son graves, desde todo punto de vista.
“Para todos nosotros, es grave cualquier tipo de acoso, y más aun cuando no se respeta la dignidad de las personas, al incurrir en actos como el manoseo que denunció esta joven (Alexandra Torres), lo que demuestra una falta de dominio de los sentidos por parte del sacerdote”, expresó.
El obispo dijo que el hecho de que el arzobispo de Asunción, Mons. Edmundo Valenzuela, haya dicho que es un hecho menos grave desde el punto de vista jurídico, basándose en el Derecho Canónico, no quiere decir que habrá impunidad en el caso.
El obispo de Caacupé subrayó que el padre Olmedo ya fue suspendido en su trabajo pastoral, lo que implica que no podrá celebrar misas con la comunidad ni trabajar con ningún tipo de grupo de la Iglesia, mientras se prosigue la investigación y análisis de los hechos con base en el protocolo canónico.
Acerca de las declaraciones del Mons. Edmundo Valenzuela, de que no hay que hacer una “montaña” de una “piedrita”, señaló que el prelado se refirió al Derecho Canónico, al calificar los hechos desde un punto de vista netamente jurídico, que no tiene que ver con la reprochabilidad del hecho acontecido contra la excoordinadora de la Pastoral Juvenil de Limpio.