La zona urbana continúa rodeada de agua, mientras algunas calles y viviendas siguen anegadas.

Numerosas compañías siguen aisladas por el desborde de los esteros y los caminos prácticamente desaparecidos. Esa situación imposibilita que la actividad de los pobladores vuelva a la normalidad.

Las aguas de los esteros retroceden muy lentamente en esta parte de la geografía departamental, lo que sería producto de la colmatación de los canales naturales y el efecto dique que producen la construcción de terraplenes para caminos construidos por arroceros y algunos ganaderos. Estas obras fueron llevados a cabo sin contemplar los estudios técnicos de suelo.

La realización de las obras de recuperación para la transitabilidad de los caminos de las compañías o zonas rurales dependerá de la bajante del nivel de las aguas. Además, requerirá de una acción fuerte del MOPC, la Gobernación de Ñeembucú y de la Municipalidad de esta localidad.

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Perjuicios

Entre los 16 distritos del departamento, Guazú Cua, Tacuaras, San Juan de Ñeembucú y Laureles fueron los más afectados por las continuas lluvias registradas entre los meses de abril, mayo y junio. El exceso de agua destruyó cultivos e inundó campos de pastoreo, lo que provocó una importante mortandad de animales, que quedaron sin alimentos y tierra firme.