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SAN JUAN BAUTISTA, Misiones (Rafael Marcial Montiel, corresponsal). Jorge Pereira se dedica desde hace 50 años a la artesanía de madera, desde que tenía 12 años de edad. Además de fabricar marcos, puertas, ventanas, aberturas, tableros, placares, hace juegos de sala, mesas, sillas, escritorio, tocador de baño, bar rústico y otras obras de madera.
Jorge tiene su taller propio sobre la calle doctor Martín María Llano entre Coronel Alfredo Ramos y Doctor Fulvio Alamani de esta capital departamental.
En su taller prepara desde muebles finos hasta los más rústicos, con excelente terminación y con un toque personal.
El artesano dijo que hablar de rústico no significa fabricar un mueble, marco o puerta poroso o que corta las manos. Explicó que la rusticidad significa resistencia, dureza y que debe tener dos elementos principales: fina terminación y estética.
“El mueble tiene que ser fino y agradable, tanto a la vista como en el uso”, expresó Pereira.
Explicó que una condición indispensable para que los muebles y las obras artesanales salgan bien es trabajar con madera estacionada.
Pereira mencionó que cada crisis económica que se presentó en nuestro país golpeó siempre a los carpinteros porque se trata de un oficio que exige disponer de capital para comprar la materia prima para poder producir.
“El problema en la crisis económica es que el trabajo de la carpintería exige tener capital para comprar la materia prima y dejar estacionar (antes de darle forma)”, dijo Pereira.
Añadió que siempre aportó a San Juan Bautista lo mucho o poco que sabe de la artesanía en madera, que aprendió de su papá, don Florentín Pereira.
Recordó que empezó a trabajar con su padre cuando tenía 12 años de edad.
“Mi papá me exigió mucho y me formó bien porque la carpintería y la artesanía son los mejores oficios para ganar el sustento diario”, expresó el artesano.
Lamentó que el Gobierno nacional sea indiferente al trabajo que realizan los artesanos, que pertenecen a un segmento de la producción que aporta a la economía y al crecimiento de una comunidad, manifestó.
Añadió que igualmente, durante la cuarentena, él y sus colegas siguieron trabajando, pese al fuerte impacto de la crisis sanitaria en la economía.
“El artesano jamás deja del todo su trabajo”, concluyó.