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ENCARNACIÓN (Juan Augusto Roa, corresponsal). El sector de la ciudad donde fueron sembradas las plantas es cercano al arroyo Potîy, ubicado en el límite de Encarnación con Cambyretã. Existe un pedido de ambientalistas para que toda la cuenca del cauce sea declarada parque municipal compartido por ambos distritos. Es uno de los últimos “pulmones” verdes que quedan en los alrededores del casco urbano encarnaceno.
La ovenia, cuyo nombre técnico es Hovenia dulcis, es conocida también como el “árbol de las pasas”. Es originario del Japón, desde donde se extendió a China, Corea, entre otros países, y actualmente se lo encuentra en varias partes del mundo.
Unos 20 arbolitos de esta especie fueron cultivados junto a unos 500 plantines de árboles nativos como el guajayvi, yvyrapytã, entre otros, en un espacio verde de la avenida perimetral Este, que conduce al circuito comercial de Encarnación.
Aunque no son propiamente árboles nativos están perfectamente adaptados en nuestro país y tienen su importancia porque esas plantas ofrecen condiciones ideales para que las aves aniden entre sus ramas. Además es una fuente de alimento para los pájaros, refirió Nadia Czertaniuk, rectora de la casa de estudios impulsora del proyecto.
La iniciativa es parte de un programa impulsado desde la Universidad Autónoma de Encarnación (UNAE), denominado “UNAE Verde.” El año pasado cultivaron unos 500 arbolitos en el Paseo de los Teros, en la avenida Costanera, y en esta oportunidad otras 500 especies nativas en la avenida Este.
Al menos 200 personas, entre estudiantes y voluntarios, participaron de la jornada cumplida el sábado.
Czeraniuk destacó el gran valor que tienen las acciones ciudadanas en favor de la comunidad, y la necesidad de fortalecer el compromiso de los habitantes en el cuidado del planeta, con acciones cotidianas que también muestran el grado de educación y desarrollo de un pueblo.