En Sapucái abogan por la reactivación de locomotoras

Pobladores de Sapucái piden a la Municipalidad, Gobernación de Paraguarí y Ferrocarriles del Paraguay SA (Fepasa) unir esfuerzos para volver a encender las calderas y poner en marcha las locomotoras. El pedido es a fin de ser una opción turística y una oportunidad laboral para los lugareños.

La locomotora que podría ser  reparada para  realizar un recorrido de algunos kilómetros, según los exoperarios.
La locomotora que podría ser reparada para realizar un recorrido de algunos kilómetros, según los exoperarios.

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SAPUCÁI, Dpto. de Paraguarí (Emilce Ramírez, de nuestra redacción regional). El tren a vapor, las maquinarias inglesas utilizadas para la preparación de repuestos de locomotoras, el Museo Vivo y la Villa Inglesa forman parte de la historia de este distrito. La comunidad tuvo un gran potencial económico entre los años 1894 y 2000 cuando funcionaba la exestación del ferrocarril.

Los vestigios de ese progreso aún son visibles y están actualmente custodiados por los antiguos operarios de los talleres de la exterminal ferroviaria. Varios colaboran para que el lugar no sea rapiñado y se convierta en ruinas.

En el año 2011, el entonces presidente del Centro de Industriales Metalúrgicos de nuestro país (CIME), Ramiro de Vargas Peña, dijo que su gremio había invertido unos G. 200 millones para la puesta en funcionamiento de las antiguas maquinarias que son las únicas que fabricaban repuestos para los trenes.

Durante la habilitación de las mejoras, Vargas Peña había sugerido que se pongan en marcha –como mínimo cada dos meses– las maquinarias que funcionan a vapor de agua. Sin embargo, hace cerca de dos años que los operarios no encienden las calderas porque necesitan la perforación de un nuevo pozo artesiano. Tampoco tienen recursos para comprar la leña que necesitan, señaló uno de los trabajadores que solicitó el anonimato por temor a represalias.

Vargas Peña había manifestado que en Paraguay el problema no es la plata, porque eso se roba a diario, lo que falta es que surjan las ideas, que se demuestre capacidad de invertir en un proyecto ferroviario. Se debe analizar para qué lado se pretende ir y si dentro de la política del Gobierno está trabajar por la restauración y la puesta en marcha de los ferrocarriles.

El trabajador expresó que en el interior de los talleres existe unas siete locomotoras. Si una de ellas se repara –al igual que los rieles– puede ser utilizada para realizar un recorrido turístico de unos kilómetros, en las inmediaciones de la exestación del tren, y de esa forma hacer que sea atrayente el lugar para los visitantes, señaló.

Por otra parte, los pobladores indicaron que en el edificio donde se encuentra el museo urge crear una sala de cine en la cual se proyecte la historia del taller para luego pasar a admirar todo lo que se encuentra en el interior del museo.

Jacinta Espínola, una de las lugareñas, lamentó el desinterés de Ferrocarriles del Paraguay (Fepasa) por el sitio.

Una época floreciente

En el Museo Vivo, cuyo edificio fue restaurado mediante donación no reembolsable de G. 450 millones del Gobierno del Japón, pueden apreciarse los vestigios de aquella floreciente y pujante actividad en la exestación del tren. La campana de bronce, el libro de contabilidad, asientos de trenes, faroles, puertas de vidrio; el vagón presidencial con fotos de los expresidentes del Paraguay, Eusebio Ayala y Mariscal José Félix Estigarribia son algunos de los elementos.

También se exhiben mobiliarios de la época, las vasijas, utensilios, planos, boletas, telégrafos, etc.

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