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Los fiscalizadores del Mades Édgar Ibarra y Cristian Ayala, acompañados de concejales municipales de Carapeguá, verificaron las curtidurías que se encuentran en las inmediaciones del arroyo Caañabé.
Fueron visitadas las curtidurías “Santa Librada”, propiedad de Ramón Bobadilla; y San Andrés, de Andrés Miranda.
Los intervinientes constataron que todos los residuos líquidos generados por ambas instalaciones eran conducidos al sistema de tratamiento, y que los efluentes son dispuestos a través de un canal al esteral del Caañabé.
En el acta del procedimiento, los técnicos dejaron constancia de que se observó también la existencia de cunetas no previstas.
En cuanto a los residuos sólidos industriales que se generan en las curtidurías, los fiscalizadores informaron que las mismas no cuentan con colectores.
Los responsables del Mades aseguraron que los antecedentes de la fiscalización de las curtiembres serán remitidos a la Dirección de Asesoría Jurídica del Mades para dar seguimiento a ambos casos en instancias legales.
La inspección se realizó con el acompañamiento de estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Facen) de la Universidad Nacional de Asunción, quienes levantaron muestras del agua del arroyo Caañabé para analizarlas. La contaminación del arroyo preocupa a los trabajadores del cuero de escala menor y a pobladores.