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La cardióloga explicó que la limitación más difícil se da en pacientes pequeños. En el caso de Wendy, ella tenía 10 kilos, entonces el donante no puede ser mucho más grande y debía pesar máximo de 40 kilos.
La 2162/2019, conocida como la “Ley Anita”, promulgada el 30 de noviembre del 2019 y que reglamenta el trasplante de órganos y tejidos anatómicos humanos en el Paraguay, autoriza a la Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT) a disponer como donantes presuntos de los pacientes con muerte encefálica de 18 años en adelante, a no ser que se haya manifestado lo contrario en vida. En el caso de los niños, el procedimiento depende de la voluntad de los padres.
“Fallamos como sociedad, porque la indiferencia (...) más que esta enfermedad que padece Wendy, mucho más limitante y paralizante es la indiferencia social, porque a sabiendas de que hay niños que esperan un corazón los familiares no autorizan la donación”, resaltó en diciembre la doctora Garay. La profesional ayer expresó estar muy dolida por la muerte de la niña.
La galena agregó que para los padres sus hijos son tesoros y, como tales deberían de permitir que sigan viviendo en otros seres humanos que necesitan, como tributo a su amor y en su memoria.
A partir de la Ley Anita, en cuanto de donación de corazón para niños, no cambió absolutamente nada, afirmó la doctora Garay.
La normativa fue inspirada en Anita Almirón, quien padecía una grave enfermedad y esperaba un corazón. Falleció a la edad de seis años en abril del año 2013 en la espera de un donante para trasplante.
Sin embargo, paradójicamente la ley no beneficia a los niños.
Potencial donante y tabú
La doctora Nancy Garay aseguró que el potencial donante es aquel con muerte cerebral y que cuando se llega a esta situación ya no hay retroceso, que en cuestión de horas o días todos los órganos van muriendo. Afirmó que para llegar a este diagnóstico fidedigno se hacen pruebas desde el punto de vista clínico, de imagen y estudio electrocardiográfico para certificar la muerte.
En el caso de niños, los menores de cinco años, por ley es obligatorio esperar 24 horas para que sea donante. Con todo esto, acotó que las familias, por desconocimiento o por tabú, siguen negando la donación.