Cargando...
SANTA ROSA DEL AGUARAY, Dpto. de San Pedro (Omar Acosta, corresponsal). El Instituto Paraguayo del Indígena (INDI) compró en el año 2014 un inmueble de 3.500 hectáreas para las comunidades indígenas. Sin embargo, el terreno adquirido se había expropiado en el año 2013 a favor del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) para un grupo de campesinos.
La titularidad del terreno nunca se regularizó y unas 350 familias de las comunidades indígenas Isla Porã, Arroyo Verde, Naranjito, Blanca’i y Ka’aguy Pyahu, de las etnias Ava Guaraní y Mbya Guaraní sobreviven en el sitio en medio de múltiples precariedades.
En la comunidad de Isla Porã, por ejemplo, los padres construyeron un improvisado galpón para que los niños puedan estudiar. No hay sanitarios ni agua potable.
“Tenemos muchas necesidades y no existe acompañamiento de las instituciones pertinentes. Nos falta camino, agua potable y salud”, dijo Mario Aguirre, líder indígena.
Señaló que construyeron un galpón para la escuela mediante la colaboración de cada padre de familia, pero todavía falta mucho, dijo el líder de la citada comunidad en la cual viven 47 familias.
El profesor Meladio Aguirre habló de la precariedad en que imparten la educación. “Tengo 20 alumnos del preescolar al segundo grado”, relató.
Comentó que días atrás se publicó la situación de la escuela de la comunidad indígena vecina Naranjito y varias personas hicieron llegar sillas con pupitres y pizarras.
“Parte de las sillas sobraron y nos regalaron a nosotros, pero nos faltan aulas y agua potable. Muchos quieren estudiar, pero no hay condiciones”, dijo el docente.
Apoyo
Una de las comunidades que recibe apoyo es Blanca’i. En el sitio los colonos menonitas de la zona construyeron y equiparon la escuela para los niños.