Municipalidad en quiebra quiere contraer más préstamos

La Municipalidad de Asunción está de hecho en quiebra, pero su impresentable intendente, Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR, cartista), quiere seguir contrayendo deudas para ir saldando las actuales y pagar los sueldos del cuantioso personal, como si el habitual “bicicleteo” pudiera prolongarse por tiempo indefinido. Tras los bonos emitidos para construir obras y desviados para financiar gastos corrientes contra la Ley Orgánica Municipal (LOM), según la CGR, el hoy investigado por presunta lesión de confianza pretende que la Junta Municipal apruebe un préstamo bancario de 299.000 millones de guaraníes para abonar salarios y otros gastos corrientes, mediante un “financiamiento temporal de caja”.

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La Municipalidad de Asunción está de hecho en quiebra, pero su impresentable intendente, Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR, cartista), quiere seguir contrayendo deudas para ir saldando las actuales y pagar los sueldos del cuantioso personal, como si el habitual “bicicleteo” pudiera prolongarse por tiempo indefinido. Tras los bonos emitidos para construir obras y desviados para financiar gastos corrientes contra la Ley Orgánica Municipal (LOM), según la Contraloría General de la República (CGR), el hoy investigado penalmente por un presunto delito de lesión de confianza pretende que la Junta Municipal apruebe un préstamo bancario de 299.000 millones de guaraníes para abonar salarios y otros gastos corrientes, mediante un “financiamiento temporal de caja”.

Si antes recurrió falsamente a los bonos para solventar las mismas operaciones, ahora alega la temporalidad del déficit porque no se considera “deuda pública municipal” las operaciones realizadas para financiarlo. Aparte de que se trata de un engaño, pues el déficit es permanente y no temporal, como lo demuestra el endeudamiento anual para pagar sueldos y aguinaldos, la nueva iniciativa ignora el art. 196 de la LOM, según el cual el periodo de pago de los préstamos a corto plazo para cubrir déficits temporales de caja no debe superar el Presupuesto del ejercicio fiscal respectivo. En efecto, el nuevo préstamo sería devuelto recién en 2025, así como ocurre con el obtenido en 2023, por 240.000 millones de guaraníes, que solo sería cancelado este año; pero habiendo pagado tan solo tres de las doce cuotas, en abril pasado ya pidió más tiempo a los bancos por falta de liquidez.

El “bicicleteo”, propio de una administración fallida, a la que no le importan las normativas ni el legado que deje a la sucesora, ya no da para más, aunque se insista en ignorar no solo la ley orgánica: con su acumulación de deudas, Nenecho vulneró también la ordenanza municipal relativa al Presupuesto de 2023, que prohíbe que los adelantos bancarios de corto plazo excedan el 30% de los ingresos tributarios previstos para el año en curso, que en el actual llegarían a 999.742 millones de guaraníes: el porcentaje referido equivale a 299.000 millones, pero resulta que la deuda arrastrada en dos ejercicios fiscales alcanzaría la suma 539.000 millones, si los concejales volvieran a darle el gusto a quien en cuatro años de gestión ha cuadruplicado sobradamente el monto de los préstamos contraídos para el pago de sueldos y aguinaldos. Urge que los ediles, tan comprometidos como el intendente en los asuntos fuera de lugar que aprueben, pongan fin a un bochorno que compromete cada vez más el pésimo servicio que la Municipalidad presta a los asuncenos.

En efecto, se debe empezar a poner fin al tremendo descalabro financiero, del que, como repetimos, son corresponsables los ediles que han venido aprobando los evidentes desmanejos. Para ello, se impone que el Poder Ejecutivo intervenga la Municipalidad, previo acuerdo de la Cámara Baja, fundado en el ilustrativo dictamen de la CGR. Es evidente la necesidad de impedir que Nenecho siga causando aún más daños, tanto que hasta la vasta clientela presupuestada se siente dolida por unos “descuentos compulsivos” por falta de fondos, que con seguridad inquietarán también a la mayoría de la Junta Municipal mucho más que las penurias que sufren los asuncenos.

Este desgobierno es insostenible, por razones normativas y financieras. Todo tiene un límite. Va siendo indispensable que Nenecho sea apartado del cargo que ejerce de la peor manera, para vergüenza de los capitalinos, que ya tienen más que suficiente con tanto desgobierno.

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