Velázquez, metido hasta la médula en negociaciones del Acta Bilateral

Aunque a estas alturas ya resulta innegable la intervención directa o indirecta del vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, en las negociaciones que culminaron en la firma de la infame Acta Bilateral, no resulta ocioso volver a insistir en ella para que no se crea que el archivamiento del juicio político, decidido por la aplanadora colorada, indica una declaración de inocencia. Habrá que recordar que Velázquez actuó contra el interés nacional reflejado en la propuesta de la ANDE de que el acuerdo le permita vender la energía excedente en el mercado brasileño, sin atarse a ninguna empresa en particular. Ya son demasiadas las intervenciones del segundo del Ejecutivo en este pestilente asunto como para pensar que todo fue accidental, como él lo quiere presentar. Por el contrario, aparece como quien empuñaba la batuta, y es muy probable que a él se refieran algunos actores de este drama cuando aluden a una especie de mano negra que manejaba los hilos en las tratativas.

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Aunque a estas alturas ya resulta innegable la intervención directa o indirecta del vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, en las negociaciones que culminaron en la firma de la infame Acta Bilateral, no resulta ocioso volver a insistir en ella para que no se crea que el archivamiento del juicio político, decidido por la “aplanadora” colorada, implica una declaración de inocencia. Habrá que recordar, una y otra vez, que Velázquez actuó contra el interés nacional reflejado en la propuesta de la ANDE de que el acuerdo le permita vender la energía excedente en el mercado brasileño, sin atarse a ninguna empresa en particular. Su nefasto historial en la función pública, que le permitió forjarse un envidiable patrimonio, debe incluir ahora una fechoría mayúscula, de la que él y su “hombre de confianza y representante”, el seudoabogado José Rodríguez González, alias “Joselo”, dejaron huellas en el teléfono móvil del Ing. Pedro Ferreira y de otros directivos de la ANDE, así como en la memoria de al menos dos empresarios extranjeros.

En efecto, en sus declaraciones ante el Ministerio Público, el argentino Diego Banfi y el uruguayo Nicolás Kac reforzaron la convicción generalizada de que el Vicepresidente de la República tuvo mucho que ver con una suerte de negociación paralela, a la que había aludido el excanciller Luis Castiglioni ante los agentes fiscales intervinientes, para desdecirse ante la Comisión Bicameral de Investigación. El empresario Banfi dijo que, tras el llamado de la ANDE a firmas interesadas en comprar su excedente, contactó con un “abogado” que les acercó a Hugo Velázquez, quien durante un almuerzo los puso en comunicación con el Ing. Ferreira, por entonces jefe de dicha empresa pública. Desde luego, el anónimo “abogado” fue el hoy célebre “Joselo” y la mediación del Vicepresidente de la República respondió a todas luces a un interés personal en el asunto, del todo ajeno al cargo ejercido. Por su parte, el empresario Kac habló de una reunión de negocios sobre el mismo tema, que tuvo con Velázquez, “Joselo” y ejecutivos de la firma brasileña Léros Comercializadora, en la Vicepresidencia de la República. Por sugerencia de su anfitrión, los visitantes foráneos hablaron con el Ing. Ferreira y la empresa referida presentó su propuesta a la ANDE el 11 de julio.

Ya son demasiadas las intervenciones del segundo del Ejecutivo en este pestilente asunto como para pensar que todo fue accidental, como él lo quiere presentar. Por el contrario, aparece como quien empuñaba la batuta, y es muy probable que a él se refieran algunos actores de este drama cuando aluden a una especie de mano negra que manejaba los hilos en las tratativas.

El 12 de agosto, ante el Ministerio Público, Velázquez admitió haber tenido la intervención referida, aclarando que no había presentado al falso abogado como asesor jurídico suyo. Según él, no lo conocía más que como miembro del movimiento Colorado Añetete, aunque el 31 de julio había dicho a los diputados que lo recibió varias veces para hablar sobre diversos temas. Aún más, es llamativo que lo quiera presentar como a casi un extraño, cuando es alguien que frecuentaba a miembros de su familia. Resulta evidente que el Vicepresidente de la República y su “asesor” siguieron de cerca las conversaciones con la firma brasileña, cuyos emisarios empezaron a llegar a Asunción el 9 de abril, es decir, antes de que se haya consumado la vergonzosa Acta Bilateral. También es anterior a ella el mensaje que “Joselo” envió el 9 de mayo a quien estaba al frente de la ANDE: “Soy el doctor josélo Rodríguez, asesor jurídico de la vice presidencia, le escribo en nombre del vice presidente de la República Hugo Velazquez. Estare acompañando a la delegación brasileña el día de mañana a la reunión pactada...” (sic). Al día siguiente, le recordó al Ing. Ferreira el “modelo de pro forma de contrato de la compra de energía entre la ande y la empresa brasileña”. O sea que las negociaciones con la empresa que estaría ligada al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, se realizaron en paralelo con las referidas al documento internacional suscrito el 24 de mayo.

Tan estrecha era la coordinación entre el Vicepresidente de la República y su “hombre de confianza y representante” y tan interesados estaban en el operativo en marcha, que el mismo día –3 de junio– enviaron sendos mensajes al Ing. Ferreira. El primero le preguntó, camino a San Petersburgo, Rusia, “cómo estamos en nuestra venta de energía”, mientras que el segundo, al tanto de ese viaje, escribió cuanto sigue: “Ahora que el señor vice presidente se encuentra fuera del país me pidió que me ponga en contacto con usted para una breve reunión respecto a la compra venta de energía excedente al mercado brasileño...”. Dos días más tarde, “Joselo” dio cuenta al Ing. Ferreira de que el representante comercial de la firma Léros Comercializadora se hallaba en el Paraguay y de que “vienen en representación de la familia presidencial del vecino país”.

Los elementos que anteceden muestran que Hugo Velázquez estaba metido hasta la médula en las negociaciones paralelas relacionadas con el Acta Bilateral. Puede dormir tranquilo, arrullado por los integrantes de un pacto siniestro que se inauguró impidiendo por ahora que se aclare un episodio crucial para la salud moral de la República. Se abroquelaron para proteger a quienes, según numerosas evidencias, conspiraron contra la Patria renunciando a un valioso interés nacional. Estamos en muy mal momento para el país, por lo que los ciudadanos y las ciudadanas deben reclamar con firmeza que los chanchullos sean debidamente esclarecidos y sus responsables reciban el castigo que se merecen.

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