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En el material informativo que subió ayer a su página web la parte paraguaya de la EBY, destacaban que en marzo próximo se inician los trabajos “de adecuación de barras de las subestación del campo 13 (GIS-SF6), línea paraguaya 2 (transmisión 500 kV Ayolas- Villa Hayes)” (LP2).
El 26 de julio de 2018, la administración Recalde de la EBY informaba que “con la adecuación definitiva de la salida de la LP2 de la central hidroeléctrica Yacyretá a partir del mes de setiembre del año 2019 se podría retirar el 100% de la potencia eléctrica que le corresponde al Paraguay”.
Esa misma fecha, a las 15:44 energizaban desde la central Yacyretá la nueva línea de 500 kV entre Ayolas y Villa Hayes, solo para probarla, porque el trabajo principal, el de adecuación de barras..., que durante mucho tiempo ABC Color denunció que se trataba de una traba política con camuflaje técnico, al derecho paraguayo de utilizar su energía en Yacyretá o venderla a un tercer país con precios de mercado.
La ANDE, a su turno, el 12 de junio del mismo año, se jactaba de que el 10 de junio de 2018 se había convertido “en una fecha histórica, donde se ha demostrado que los paraguayos estamos a la altura de los grandes desafíos, pues para esta megaobra de 140 millones de dólares (incluyendo las ampliaciones de las subestación Ayolas y Villa Hayes) ha sido realizada dentro los estándares de calidad y gerenciamiento previstos en las normas internacionales más exigentes...”.
Lo concreto, muy a pesar de la retórica, una vez más, en este caso teníamos la ruta lista, pero el puente sin construir.
Apuntemos también en el material informativo que entregó Yacyretá el 26 de julio del año pasado, se leía que “una vez puesta en servicio la LP2, se llevará a cabo la adecuación definitiva de la de la salida de la LP1, con cronograma de finalización para mediados del año 2020”. Actualmente, las posibilidades paraguayas, además, están limitadas por la capacidad de la línea en operación (750 MVA) y con las dos subirá a 1.732 MVA inclusive.