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Cevima SA se dedica al rubro de servicio de limpieza y en el gobierno de Horacio Cartes ha ganado los mayores montos en licitaciones públicas. Según los datos, la empresa no realiza trabajos para el sector privado, sino que su única fuente de ingreso son los recursos del Estado, del que obtuvo en los últimos años más de US$ 11,5 millones.
El precio más bajo, con datos absurdos de lucro
Como la Ley 2051 de Contrataciones Públicas tiene lagunas jurídicas, según reconocen las mismas autoridades de la institución, ya que solo exige a las oferentes que cumplan con el pliego de bases y condiciones que establece la convocante (al menos en los papeles) y logra obtener la adjudicación quien se presente con el precio más bajo.
Entonces, lo que muchas empresas hacen es falsear datos en sus carpetas de oferta para quedarse ilegítimamente con las licitaciones y alzarse con los millonarios (y muy apetecibles) fondos del Estado. Desglosan su planilla de costos comprometiéndose a abonar salarios legales, IPS, impuestos al día y demás requisitos legales, pero en el margen de ganancia colocan porcentajes absurdos, incluso por debajo del 1%.
Después, en la práctica, el lucro real es mucho mayor al fijado y lo logran a costa del salario de los trabajadores, quienes por necesidad económica terminan aceptando la situación de explotación laboral, con pagos por debajo del mínimo legal y muchas veces, con cargas horarias inhumanas.
En el caso de Cevima, normalmente viene “ganando” a otras firmas oferentes al presentarse con márgenes mínimos de lucro, casi ilógicos. Al respecto, su propietario argumentó que no siempre el objetivo es la ganancia, sino también posicionarse. “Son políticas de presencia en cada institución, hay veces que no solo es ganar sino también mover flujo, es una política de directorio, cuestiones internas”, afirmó en conversación con ABC.
Sin embargo, el nivel de vida que ostenta Escobar Brizuela no condice con la de una persona que está “empatando” o lucrando poco. De hecho, en su perfil del Facebook se puede verificar que coincidentemente desde que presta servicios para el Estado, comenzó a viajar por los más exóticos lugares del mundo.
Visitó Dubái y otros países de los Emiratos Árabes, Turquía, Polonia, Inglaterra y en varios de estos países se fue en más de una ocasión. También Panamá, México, Estados Unidos, Chile, Colombia, Uruguay, Argentina, Brasil.
Aparentemente, la empresa paga a sus trabajadores mucho menos del sueldo mínimo, que en la actualidad es G. 1.824.055, y según datos no oficiales, tiene un padrino político en el Gobierno.
Ambas afirmaciones fueron negadas rotundamente por el titular de la compañía. Sin embargo, en las últimas semanas decenas de empleados de Cevima que prestan servicio para la Industria Nacional de Cemento (INC) realizaron brazos caídos, protestas y otras medidas de fuerza en Vallemí (Concepción), exigiendo el cumplimiento de la ley laboral.
ABC accedió además a varios extractos de cuenta de trabajadores en los que se verifica que efectivamente, en lugar del salario mínimo, se les deposita apenas G. 1.100.000 mensualmente en concepto de pago de salario. Pese a ello, la empresa no ha recibido sanción alguna.
Todos los entes la contratan
De acuerdo con sus datos de constitución, la firma fue conformada como sociedad en el año 2005, con el rubro “servicios en general, construcciones civiles, gastronomía y todo acto lícito de comercio”, teniendo un capital integrado de solo G. 100 millones. Sin embargo, inició sus actividades varios años más tarde, y desde 2012 hasta la fecha, ha logrado ganar licitaciones por al menos G. 64.536.815.584.
Logró contratos con el Instituto de Previsión Social, Ministerio Público, Poder Judicial, Industria Nacional del Cemento, Correos, Policía Nacional, Conatel, Ministerio de Hacienda, Banco Central, Instituto Nacional de Tecnología, Normalización y Metrología, Copaco y otros.
gbenitez@abc.com.py