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El secretario de Estado dijo que todas las opciones están aún sobre la mesa, pero que la “A” es vetar, y el equipo jurídico de Hacienda confirmó que existen las herramientas legales para hacerlo.
Peña, sin embargo, dejó en claro que también barajan la posibilidad de promulgar la ley y enviar inmediatamente al Congreso un pedido de ampliación para pagar la deuda, así como solicitar la eliminación del artículo 223, que establece tope a la política monetaria del Banco Central del Paraguay (BCP).
El ministro confirmó que el presidente de la República, Horacio Cartes, decidirá esta semana el camino que se va a seguir sobre la ley de Presupuesto General de la Nación 2017 entre todas las opciones existentes (veto parcial, total o promulgación).
Sin aumentos
Un eventual veto total del Ejecutivo a esta ley, de confirmarse luego en el Congreso, hará que el año venidero se ejecute el presupuesto 2016, y con esta decisión quedarán sin efecto todos los aumentos salariales que fueron incluidos por el Congreso para docentes, personal de blanco de Salud y Clínicas, funcionarios de la ANDE y otros, así como también los nombramientos, creaciones de cargos y recorte de gastos superfluos (ver infografía).
Los datos preliminares manejados por Hacienda indican que la exigencia de recursos del Tesoro para cubrir estos incrementos desde julio está en el orden de los G. 450.000 millones (US$ 77,8 millones). El veto total permitirá que el déficit fiscal vuelva a los niveles de 1,5% establecido en la ley de responsabilidad fiscal, porque la suba salarial no se implementará desde el segundo semestre y, además, le permitirá al Gobierno contar con bonos por US$ 600 millones y el BCP no tendrá tope en su política monetaria.
El presupuesto sancionado por el Congreso asciende a G. 67,4 billones (US$ 11.702 millones), lo que representa 2,5% menos que el proyecto que había presentado originalmente el Ejecutivo y 0,3% menos con relación al presupuesto 2016 y equivale al 40,5% del PIB estimado para el año venidero.
Bajar decibeles
El ministro Peña indicó que están buscando bajar los decibeles de confrontación con el Poder Legislativo, porque lastimosamente no se pudo lograr un consenso suficiente sobre un tema tan importante como es el presupuesto público.
“Lastimosamente, de alguna manera, la agenda del presupuesto fue secuestrada por una agenda política y hoy estamos sufriendo esa consecuencia”, afirmó.