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En rigor, los últimos incrementos que aprobó el Poder Ejecutivo en el pliego de tarifas de la ANDE, el N° 21 (vea el cuadro), dato de marzo del año pasado, por consiguiente cualquier otra variación en sus precios unitarios debe atribuirse a un error o a la mala intención de los responsables de la administración de la empresa eléctrica estatal.
La rachas de quejas, incluso con marcados ribetes de indignación, golpearon insistentemente esta semana las distintas plataformas de los medios, sean estas impresas, digitales, radiales y televisadas, también en las redes sociales.
“Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe”, enseña un viejo y popular refrán. Si parafreseamos el dicho podríamos decir que tanta queja vertieron los clientes de la estatal sobre medios y redes que obligó a sus actuales administradores a tantear una justificación.
“Con relación a los reclamos realizados por los clientes a través de redes sociales y medios de comunicación sobre un aumento en la factura por el consumo de energía eléctrica, la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) presenta las posibles causas:
Con el aumento en las temperaturas por la temporada de verano, los equipos de refrigeración como heladeras, acondicionadores de aire, congeladoras y otros, trabajan más horas a fin de alcanzar la temperatura a la cual fueron reguladas, por lo cual aumenta el consumo.
La compra de nuevos equipos o electrodomésticos determina un nuevo consumidor de energía en el entorno y dependiendo de su eficiencia, potencia y horas de uso también influyen en el consumo final.
El aumento de la cantidad de personas en la casa determina un incremento en el consumo, atendiendo que cada persona con su actividad, puede estar utilizando un aparato eléctrico: desde un cargador, hasta un aire acondicionado, ducha o termocalefón. En los meses de verano, en algunos casos, aumenta la cantidad de horas de estadía de miembros de la familia en el hogar, sea por vacaciones laborales o estudiantiles”. Por otro lado sostiene que no es posible generar un consumo eléctrico al momento de no haber equipos o aparatos conectados a la red, sí aclarar que el problema puede presentarse a la hora de la lectura del medidor.
Es la “típica” justificación de la ANDE; sin embargo, entre las copiosas quejas que trascendieron muchos aseguran que tienen la misma cantidad de electrodomésticos o focos en domicilios cuyas facturas incluso se quintuplicaron.
“La institución –añade ANDE– está llevando a cabo una campaña de cambio de medidores de electromecánicos a digitales. En algunos casos por su antigüedad, los medidores reemplazados se han encontrado con averías o deficiencias en su medición; con la instalación de los contadores digitales, se ve reflejado el consumo real del cliente, siendo en varios casos mucho mayor”.
En otras palabras, falló el medidor de la prestadora del servicio, pero es el cliente el que debe asumir los costos.
“Es necesario recordar que desde marzo 2017 fue implementado el nuevo Pliego de Tarifas N° 21, mediante el cual se amplían las fajas de costo en base a los consumos, para el grupo residencial. Estas fajas de consumo poseen tarifas diferenciadas, que aumentan a medida que se incrementa el consumo: Es probable que al aumentar el consumo (kWh) en épocas estivales, la cuenta también se modifique o pase a la siguiente faja de consumo en forma temporal, lo cual implique una variación del precio unitario de la energía. Dichos valores volverán a lo habitual, al momento de la disminución del consumo nuevamente”, dice.
Admite finalmente la posibilidad de “errores en el cómputo de la lectura” y concede al afectado la posibilidad de que “solicite” la “verificación” de su lectura.
El papel de juez y parte de la estatal en estos casos, exige sin dudas la necesidad de un árbitro más eficiente.
Última suba es marzo 17
El pliego de tarifas N° 21 de la ANDE, que fue aprobado por el Ejecutivo en el primer trimestre de 2017, para rescatarla sus injustificables déficits, había impuesto a los usuarios de la empresa eléctrica de la categoría residencial, según la faja de consumo, subas que oscilaron entre 10,6% y 19,6%. En tanto que a los de la categoría industrial entre 36,6% y 79,84%, según la faja en que se encontraban. Otro aumento no hubo.