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El proyecto de instalar un hotel casino en Ciudad del Este lleva gestándose ya casi cinco años. El plan comenzó a tomar forma luego de que hombres cercanos al presidente de la República, Horacio Cartes, viajaran en octubre de 2013 a Israel.
Durante aquel viaje, una comitiva encabezada por el ministro de Industria y Comercio, Gustavo Leite Gusinky; e integrada por el diputado electo por Alto Paraná, Justo Zacarías, y por el “amigo del alma” de Cartes, Darío Messer, se reunió con el empresario venezolano israelí Simón Falic. Cuando regresaron, anunciaron con bombos y platillos una millonaria inversión de empresarios israelíes en el Alto Paraná: el primer Hard Rock hotel de Sudamérica.
Una empresa creada en Paraguay a nombre de Falic y vinculada a Emilio “Tiky” Cubas Gusinky y Javier Zacarías Irún, pretendía utilizar tierras públicas para hacerse con el millonario emprendimiento. Si bien el plan fue revelado en 2017, la cuestión comenzó a cocinarse mucho antes.
Cambio de reglas, una y otra vez
El primer cambio de reglas que realizó Conajzar se produjo poco después de la llegada al poder de Horacio Cartes.
En septiembre del 2013, cuando Javier Balbuena asumió como titular de Conajzar, incorporó condiciones para que empresas nuevas, recién formadas, puedan ingresar como concesionarias de juegos de azar. Contó que anteriormente los pliegos de bases y condiciones exigían que las compañías participantes tengan un historial de tres balances y una recaudación mínima determinada como para garantizar que se trataba de firmas ya asentadas hacía un tiempo en el país.
Coincidentemente con la modificación de los requisitos para concursar, comenzaron a formarse las empresas presididas por Óscar Morel Salomón –supuesto prestanombres de Javier Zacarías Irún y del consejero de Yacyretá Emilio “Tiky” Cubas Gusinky (primo del ministro de Industria y Comercio Gustavo Leite Gusinky)–, y los empresarios israelíes Simón Falic, Saúl Sotnik y Liron Klein.
Esas empresas pretendían utilizar el predio de la zona primaria aduanera de Ciudad del Este (perteneciente a ANNP) para instalar el hotel casino, y ahora se presentan para la nueva licitación convocada para un emprendimiento similar, también en el Alto Paraná.
El último cambio de reglas ocurrió precisamente con la aparición del nuevo pliego de bases y condiciones que deben cumplir quienes pretendan conseguir el permiso para explotar un nuevo hotel casino en el décimo departamento por los próximos 25 años.
Nuevo cambio y pliego “calcado” Apenas hace unos meses, en la Licitación Pública N° 2 del 2017 y por la cual otorgaban a la firma VIMERICA SA la concesión de explotación de un casino en el departamento Central, la Conajzar establecía que para la habilitación de nuevos casinos en Asunción y los demás departamentos, los aspirantes debían presentar una inversión mínima de US$ 150 millones. Pero en ese mismo documento establecía una excepción: “Se exceptúa de esta regla al Departamento de Alto Paraná, para el cual la Conajzar determinara las condiciones y montos mínimos de inversión”.
Hace apenas un año, la empresa de los amigos y hombres cercanos del presidente de la República, Horacio Cartes, prometía una inversión de US$ 50 millones, con 250 habitaciones y 500 máquinas de juegos en el primer Hard Rock Hotel de Sudamérica.
Ahora, Conajzar redujo de US$ 150 millones de inversión mínima requerida en cualquier otro departamento para la explotación de un casino a solo US$ 50 millones para el caso del Alto Paraná.
El documento exige en otro punto, la presentación de permisos para operar bajo una marca internacional con presencia en al menos cinco países y que el hotel a construirse tenga una calificación mínima de cuatro estrellas en un plazo de dos años y cuente con 150 habitaciones. Además, exigen que el casino cuente con al menos 400 máquinas de juegos.
Parece casi como si Conajzar hubiera utilizado de base el proyecto presentado por la firma LAGG PARAGUAY SA, del israelí Simón Falic, para establecer las bases y condiciones de la licitación.
Además de LAGG PARAGUAY, representada por Oscar Morel, supuesto testaferro de Javier Zacarías Irún, otra de las aspirantes es la empresa Casinos Paraguayos SA, que explota un casino en Encarnación.
Falic había sido traído como inversionista al Paraguay y presentado ante Horacio Cartes por su “hermano del alma”, el prófugo Darío Messer –procesado por lavado de dinero en Paraguay y Brasil– y el ministro de Industria y Comercio, Gustavo Leite Gusinky. Este último es primo hermano de “Tiky” Cubas Gusinky, vinculado a la empresa que busca conseguir la explotación del hotel casino en Ciudad del Este.
A las apuradas La Conajzar estableció un plazo de apenas 60 días entre la publicación del llamado a licitación y la fecha de apertura de las ofertas. Un tiempo bastante corto con respecto a lo que habitualmente duran estos procesos.
Es decir, en apenas dos meses quienes adquirieron el pliego de bases y condiciones y aspiran a pujar por el permiso, deben conseguir un contrato con una marca internacional, escoger el predio donde realizará el proyecto, el operador con el que trabajará y una serie de elementos más.
Básicamente, quienes no hayan planificado con anterioridad un proyecto pensado para esa zona y con esas características no podrían participar de la licitación. Un beneficio más que juega totalmente a favor de Falic, Cubas Gusinky y Morel.