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El dirigente industrial afirmó que Brasil, Argentina y Uruguay siguen representando a aquella Triple Alianza que derivó en un genocidio. “No podemos ser tan inocentes o ignorantes. Consideramos al Brasil un país inmenso, rico, adelantado, pero sigue siendo nuestro enemigo, y le hemos puesto en sus manos la construcción de una obra estratégica para el Paraguay, como la línea de 500 kV”, lamentó.
Añadió que la línea de 500 kV es lo último que el Brasil quiere que se inaugure, porque no le conviene. “La firma brasileña Elecnor se asoció a la paraguaya CIE, y el proyecto ha sido manejado por los brasileños. Habrás leído ayer o anteayer en los periódicos que personal de la ANDE fue para verificar la torre que se cayó y le sacaron prácticamente a patadas de allí, porque no quieren que los problemas se solucionen. Quieren que eso demore cinco años más, porque la energía que hoy utiliza el Brasil va a tener que venir al Paraguay a través de esa línea, y sería un contrasentido que un Gobierno brasileño apoye, gestione y agilice su conclusión”, insistió.
Preguntado cómo la obra fue a parar en manos de los brasileños, contestó: “Por ignorancia e ingenuidad de los directores de Itaipú de aquel momento, Gustavo Codas y Mateo Balmelli. “Todas las licitaciones que tienen una importancia estratégica para el Paraguay deben ser ejecutadas por empresas paraguayas”, subrayó.