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Un grupo de campesinos del asentamiento Culantrillo, del departamento de Caaguazú, se reunió ayer en la Plaza Uruguaya, en Asunción, y se manifestaron a favor del sistema de información de recursos de la tierra (Sirt) y de la gestión del renunciante titular del Indert, Justo Cárdenas.
Se trata de delegados de colonias que fueron asistidos y beneficiados por el proceso abreviado de regularización impulsado por Cárdenas desde el Indert, explicó Justino Vera, quien actuó de vocero del grupo.
“Venimos para hacer una marcha de acompañamiento y de respaldo a una institución, porque nos trajo soluciones a nuestro quebranto de siempre, que es la no titulación de la tierra”, dijo.
Comentó que en el caso del asentamiento Culantrillo, fundado hace 27 años y con tres títulos de propiedad, con la intervención del Sirt recibieron antes de un año 125 títulos de propiedad finiquitados y cancelados.
En cuanto al costo de la titulación, Vera dijo que con este sistema están pagando entre G. 250.000 y G. 300.000. Recordó que antes, con solo acercarse a hacer consulta en las regionales del Indert, debían abonar G. 500.000, sin que se les dé recibo. “Eso es lo que la gente quiere que se destierre, y creemos que hay suficiente argumento para defender esta institución”, alegó.
Por su parte, algunos sindicalistas del Indert desacreditaron la manifestación de apoyo al Sirt. Indicaron que más bien los campesinos fueron traídos hasta Asunción engañados y para apoyar a Cárdenas, quien renunció en estos días.
En la Plaza Uruguaya había carteles en apoyo a Cárdenas, sobre quien pesa denuncias por presuntas irregularidades, incluso en el ámbito de la justicia.
Por otra parte, Francisco Gayoso, del asentamiento R.I.14, distrito de Juan E. O’Leary, dijo junto a otros campesinos del lugar que rechazan la implementación del Sirt, porque les saldrá caro el proceso de adjudicación y titulación de lotes.
“Creemos que implementan ese sistema para hacer correr a la gente hacia las orillas de los pueblos, donde gastarán lo poco que puedan tener, después los jóvenes empezarán a robar y las mujeres a prostituirse para comer y sobrevivir. Por eso creemos que traerá más pobreza en el campo”, indicó.