Un francés que dio sabor al chanchito

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A los 13 años Serge Elie Naudín (63) empezó a trabajar en una fábrica de embutidos de París, en Francia, país de donde es originario. El propietario le puso un lechón entero enfrente y le dio la instrucción de que hiciera todo lo que podía. Tres décadas atrás vino de visita al Paraguay y decidió instalarse aquí. Así comienza esta historia de sabor y buen gourmet...  

"Un amigo me trajo por aquí, me gustó mucho el Paraguay y me quedé definitivamente a vivir en este país. Me gustó la tranquilidad y el clima", dice Serge, quien hace 12 años se instaló con un stand todos los martes en el Agroshopping con su local "El Chanchito Rico".   

Comenzó en los años 60 como aprendiz en una fábrica de embutidos de la capital francesa donde se familiarizó con todo el proceso, desde abajo. "Empecé a hacer limpieza de los huesos, deshuesar la carne y luego fui aprendiendo otras cosas", refiere.   

Aunque actualmente no faena los cerdos, él sabe eligir con ojos de buen cubero los de la mejor carne para preparar los alimentos más ricos. No se desperdicia nada y hasta las patitas se venden ahumadas para feijoada o acompañar con porotos. "Del cerdo se come todo; la colita, la patita, la cabeza, todo se aprovecha y todo es rico", afirma.   

El trabajo es intenso durante todo el año y especialmente los preparativos para el Agroshopping son todo un ritual para la empresa familiar cuyo stand requiere de vitrinas, mesas, cocinas, entre otros equipamientos que deben ser trasladados cada semana para mantener la cadena de frío especialmente. "La producción es netamente artesanal, no hay nada industrial aquí", asegura.

También menciona que  ha trabajado en varias fábricas en Francia y ha cambiado mucho de lugar. "Eso me ha ayudado a aprender porque hay demasiadas técnicas para aprovechar la carne de cerdo. Toda mi fabricación sigue los parámetros de allá", explica en su español afrancesado.

Solo era para extranjeros

Florencia Monzón de Naudín, su esposa, es paraguaya y cuenta que Serge había comenzado a trabajar la carne de cerdo para la colectividad extranjera residente en nuestro país. "Hacíamos el reparto de los productos a todos los extranjeros, pero cuando salió el Agroshopping vinimos aquí y la producción llegó a toda la gente".

La empresa familiar se compone de tres personas; la pareja y su hija.

"Aquí hacemos un show, permitiendo que la gente venga a disfrutar de los embutidos, viendo cómo se preparan algunos alimentos. Tenemos festejos de cumpleaños y muchas cosas novedosas que le gustan a la gente", comenta Florencia Monzón.

Asegura que los chacinados que preparan no son pesados, sino muy saludables, pues solamente es a base de carne de cerdo con hierbas. "No lleva harina, almidón, ni nada por el estilo. Inclusive las tripas que son rellenadas son naturales, nada es sintético".

La mujer destaca que la gente fue reconociendo con el tiempo el proceso artesanal de preparación de estos chorizos, por lo que tiene muchísima concurrencia.

En "El Chanchito Rico" se ofrecen entre salamines, jamones, chorizos, paté, unas 26 variedades de productos. Aparte se tienen comidas preparadas para el almuerzo como paella, crepes, cazuela de mondongo, pato a la naranja y pavo agridulce. "También hacemos preparados como para que la gente pueda llevar, hornearlo y saborearlo. Todo con materia prima elegida por mi esposo porque este era su trabajo en Francia".

Los jamones, sean cocidos, ahumados, crudos,  mortadela con pistacho, pavo relleno con pasas de uvas, pavo relleno con algas forman parte de las novedades que ayudan a mejorar y marcar presencia.

Vinagre exótico de las frutas más dulces

Digna Chen es una taiwanesa que vive desde hace 16 años en Paraguay. En dos hectáreas de finca que posee en Naranjaty, Capiatá, ha desarrollado  abundante producción de frutas, en su mayoría de origen oriental. Para aprovechar el prodigio de la naturaleza decidió industrializarlas en forma casera.   

Toda la familia se dedica a la actividad de  fabricación de vinagres frutales. "Tenemos muchísimas frutas, cosechamos y como había en abundancia decidimos probar para fabricar otros productos. A la gente le gustó mucho el resultado", dice.   

Las frutas que se producen en abundancia en su  propiedad de apenas dos hectáreas tienen así un  ingreso permanente en el mercado local. Hay  vinagres preparados a partir de moras, ciruelas, duraznos, pelones, manzanas, cerezas y uvas.   

Las chirimoyas y los mangos también están saliendo en esta temporada. Y ahora la gran novedad en el Agroshopping es la fruta de lichi. "El lichi es toda una novedad y  tiene abundante proteína. Además posee propiedades curativas contra la frialdad y otros males. La fruta también es energizante y se puede comer así luego de sacarle la cáscara".   

El próximo mes de  febrero los Chen van a presentar  otra fruta de la misma variedad, llamada "Ojo de Dragón", también muy típica del Oriente.
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