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"Le expresé al señor Presidente que estaba un poco preocupada por el proceso de reestructuración que están queriendo hacer en una forma muy acelerada, considerando que ya existe una persona que ha sido nominada al cargo y que muy pronto, según el Senado decida y apoye esta nominación, ya podrá presidir el Banco", señaló.
La ahora ex funcionaria del FMI considera que "es adecuado que todo proceso de reestructuración espere que haya un presidente del Banco y se pare todo el proceso de la forma acelerada que se está haciendo".
"Pedí también al señor Presidente que intermedie en esto y él estuvo de acuerdo y considera que las cosas se deben hacer de esa manera", recalcó refiriéndose a la reestructuración.
Consultada qué prevé específicamente dicha reestructuración, adujo: "En este momento no puedo ser tan explícita".
Al indicársele si abarca la reforma de la carta orgánica, se limitó a decir: "Es parte de eso". Seguidamente reiteró que dicha reestructuración "debe hacerse en forma calma, analizar bien, ver todos los efectos que puede tener. No hay ningún motivo para que ese proceso se haya tenido que acelerar y, como les digo, en vista de que la institución ya va a tener una persona que la va a presidir", insistió.
Requerida a quién se le puede atribuir estar queriendo acelerar la reestructuración, añadió que dicho proceso "ya se había iniciado y tengo entendido que en los últimos tiempos se ha venido acelerando".
Consultada si tiene alguna prioridad para cuando asuma, pidió comprensión, aclarando que aún no se hizo cargo, pues falta el acuerdo del Senado. Cuando fue preguntada si renunció o pidió permiso al FMI para venir al país, ya no respondió.