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Este proyecto, a punto de convertirse en ley, establece básicamente que las gasolinas inferiores a 97 octanos deberán mezclarse con etanol anhidro, producido exclusivamente a base de caña de azúcar.
Sin embargo, la cantidad de caña generada en el país es absolutamente inferior a la necesidad del mercado, y lo que es todavía peor: el cultivo de la caña es zafral, por lo que solo se tendrá producción durante seis meses del año. Es decir, no existirá materia prima en los meses restantes.
Fomentará la coima
La restricción del uso de la materia prima puede fomentar el ingreso de contrabando de alcohol de países vecinos, así como un nuevo mecanismo para incentivar la coima en el ministerio del ramo, ya que al prohibirse la producción de alcohol a base de caña, se prestará a la obtención irregular de guías para disfrazar la producción de etanol –a base de cereales– por la de caña.
Según fuentes consultadas, no debería restringirse el uso de materias primas, ya que el principal objetivo de fondo es el fomento al consumo de alcohol combustible, y no la de una determinada materia prima.
La combinación reduce costos
La producción de alcohol para su mezcla con la nafta fósil a base de caña y en forma paralela con el uso de cereales es una combinación que permite reducir costos y obtener un combustible limpio durante todo el año.
Según fuentes consultadas, la materia prima utilizada originalmente para esta fabricación siempre fue la caña de azúcar, pero como resultado de varios factores, como ser especialmente eficiencia y costo, se fue extendiendo a los cereales, por la ventaja de contar con alcohol durante los doce meses del año.
Actualmente, existen 12 empresas que producen etanol combustible en nuestro país, y utilizan principalmente la caña de azúcar y maíz, en forma paralela, como materia prima.
Solo tres plantas fabrican exclusivamente alcohol a base de caña de azúcar, y la experiencia evidenció que nos le va bien. Varias de ellas están en crisis, y son conocidos casos como Iturbe y la planta alcoholera de Petropar en Mauricio José Troche, cuya subsistencia se sabe que solo obedece a factores políticos, ya que la planta no es sostenible económicamente. Igualmente, otra planta que genera etanol solo a base de caña es la perteneciente a la cooperativa Oviedo, que también se encontraría en dificultades.