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A lo largo de la historia se ha visto que lo dicho en el tratado es letra muerta, en el sentido de que no se cumple ni siquiera lo que está mal establecido ahí, y ningún gobierno desde la dictadura hasta hoy se puso los pantalones largos para exigir el cumplimiento de lo que se encuentra escrito y mucho menos para mejorar lo establecido, afirmó Gómez Del Puerto. “Me hubiera gustado tener un gobierno que por lo menos reivindique a lo largo del tiempo (como lo hizo Panamá con su canal), para que algún día podamos disponer libremente el derecho de la energía que nos corresponde. Sin embargo, hasta hoy ni un gobierno se ha planteado exigir lo que realmente corresponde al Paraguay”, insistió el trabajador.
Dijo que está demostrado que la Argentina y Brasil lo único que hacen es explotar a nuestro país. Añadió que, entre las migajas que se reciben de las represas, “Itaipú está un poquito mejor en comparación de Yacyretá, porque por lo menos cumplen con los plazos en fecha, mientras que la Argentina juega con el Paraguay en el sentido de que cuando se le antoja paga los miserables desembolsos por la transferencia de energía”.
Los informes diarios del sector de operaciones señalan que día a día, entre el 93 y 95% de lo generado, es llevado por Argentina.
“Como país no hemos tenido una política energética que nos permita utilizar nuestra energía; o para hacer líneas de transmisión y traer empresas que puedan utilizar la energía. Nuestro sistema eléctrico continúa siendo tan precario como hace 30 años atrás, inclusive también el de la distribución interna para los usuarios; no hay un proyecto energético de progreso en ese ámbito”, apuntó.
Gómez Del Puerto opinó que el gobierno debería tener un plan a corto, mediano y largo plazos, y si bien la ANDE tiene un plan de esa naturaleza, no es apoyada por los gobernantes. Los recursos de los entes binacionales no se aplican en ese aspecto, ni siquiera entran dentro del presupuesto de gastos de la nación, sostuvo. “El Poder Ejecutivo maneja, en los famosos fondos sociales, las migajas que vienen y, muchas veces, las acciones sociales son utilizadas con fines políticos”.
Por otro lado, refirió que la maquinización de Aña Cua y la ampliación de la central Yacyretá no son convenientes para nuestro país si es que van a seguir siendo manejadas al antojo del Gobierno argentino, pero además primero se debe solucionar el problema de la deuda y después ver si serán rentables.