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En un comunicado, la cartera informó que un equipo de laboratorio está tomando muestras para determinar las causas del hundimiento y por supuesto si los contratistas no respetaron las especificaciones técnicas.
Según la empresa, que por este tramo de 60 kilómetros le cobró al Estado G. 157.000 millones, la falta de cemento que se planteó al inicio de esta construcción para la edificación del suelo-cemento obligó a cambiar el diseño del paquete estructural licitado, que fue modificado para asegurar un ritmo sostenido de la obra.
Lo preocupante es que la ruta Concepción-Vallemí debe soportar un tráfico de aproximadamente 600 camiones pesados por día.
En el mismo comunicado en que se refiere a la auditoría, el MOPC señala que los trabajos se iniciaron durante la administración de Efraín Alegre y que culminó hace un año.
“En esta obra se utilizó un método conocido como tratamiento superficial, que consiste en distribuir el material base e ir regando con asfalto, hasta alcanzar un grosor de aproximadamente 4 centímetros. Con la actual administración se exige un parámetro más elevado; es obligatoria que la construcción se haga con el método de carpeta de concreto asfáltico, que consiste en una mezcla preelaborada, más compacta, que alcanza un grosor de 5 a 6 centímetros. Es mucho más resistente”, reza otra parte del texto.
Dice además que durante la actual administración se elevaron los parámetros y exigencias técnicas y prometen divulgar en breve los resultados de la auditoría, tras el impactante hallazgo en el grosor de la capa.