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Alviso considera que el seguro agrícola es una necesidad, pero debe servir como una concienciación de que primero se tiene que establecer un ordenamiento en el sector de la producción campesina, para que eso pueda implantar. “Se deben establecer las áreas y el tipo de cultivos, y tomar las providencias necesarias para que las amenazas climáticas sean mitigadas con un tiempo prudencial y los riesgo sean menores”. Admite, sin embargo, que establecer el seguro agrícola no es tarea fácil, pero es algo que urge, para que el agricultor se vaya modernizando, ya que es una pieza importante en la economía del país.
Añadió que ninguna compañía aseguradora se animaría en las condiciones actuales a implementar un seguro, pero para el Estado y para todos la situación será más crítica si no se ordena mejor el sector productivo. Asimismo, se debe ver cómo se van a valorar las siembras, cómo determinar las áreas y tasarlas.
“Llámese una hectárea de tomate a la intemperie, por ejemplo; ver en qué medida un seguro va a cubrir, y por otro lado ver cuáles son los costos que se deberán incluir dentro de su presupuesto al tener un seguro, que acarrea un costo más. Eso significa tener que ser más eficientes, porque está muy claro que la agricultura de pequeña escala sobre todo no goza de mucha eficiencia, y esto va a demandar un grado mayor de tecnificación para que se puedan optimizar los procesos productivos”.