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El Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) concretó recientemente la limpieza total de las instalaciones de la ex OFAT mediante el traslado, para su disposición final, de unas 2.200 toneladas de semillas ya vencidas de algodón, que estaban tratadas con agroquímicos (3-hidroxicarbofurano, Carbofurano y Furatiocarbe), que datan de campañas iniciadas en 1986.
El trabajo fue posible mediante una licitación pública de G. 39.000 millones para el traslado, tratamiento con biodegradación y disposición final de la totalidad de dichas semillas de algodón hasta convertirlas en fertilizante, según informó el titular del Senave, Ing. Agr. Regis Mereles.
Detalló que fueron trasladados hasta la planta de tratamiento de la empresa Tirol, en el departamento de Itapúa, un total de 135 camiones con cargas herméticas.
Destacó que la metodología de disposición de las semillas obsoletas que aplicarán es la recomendada por la FAO, que consiste en la biodegradación enzimática, mediante el uso de seres vivos, plantas, levaduras, hongos y bacterias, para descontaminar las sustancias tóxicas.
Mereles enfatizó que, tras el trabajo iniciado por gobiernos anteriores, hoy se recuperó un patrimonio del Estado de más de tres hectáreas, con un valor de más de G. 30.000 millones, ubicado en una zona estratégica, con vista a la Bahía de Asunción.
Anunció que uno de los desafíos que el Senave proyecta para 2015 es construir en dicho sitio su local propio.
“Lo más importante es que ya se podrá garantizar la salubridad del sitio para la población aledaña y se podrá construir allí el local propio del ente, para evitar el desangre anual de unos G. 2.500 millones en pago de alquileres de oficinas en edificios céntricos de nuestra capital”, expresó Mereles.
Aclaró que siguen los trabajos de tratamiento del lugar para la desactivación total de los microrresiduos que quedaron. El trabajo será entregado dentro de seis meses aproximadamente, cuando los análisis y el monitoreo garanticen la presencia de residuos por debajo de los límites máximos establecidos para la inocuidad ambiental según las evaluaciones de la Seam, acotó.