Transportistas percibieron US$ 69.300.000 del Estado

Entre 2011 y 2017 los empresarios del transporte público de pasajeros se embolsaron US$ 69,3 millones del Estado en concepto de subsidio. Accedieron a la plata, pese a no cumplir algunas exigencias. Por ejemplo, estar al día con el IPS y no ser morosos del BNF. El sector sigue en la informalidad, falseando cantidad de empleados, pasajeros, buses y violando leyes.

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Bajo los gobiernos de Fernando Lugo y Federico Franco los empresarios del transporte público de pasajeros de Asunción y su área metropolitana cobraron, por subsidio estatal por pasaje, US$ 42.843.366, y en el periodo de Horacio Cartes, la suma de US$ 26.546.083.

Este dato lo publicó el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) en su página de internet en julio del año pasado, destacando que en esta administración se redujo la subvención al sector.

Lo significativo, según la nota, es que durante gobiernos anteriores se había desembolsado más plata sin ninguna mejora para los más un millón de usuarios del transporte público de pasajeros, y en este gobierno se consiguió la compra de 367 nuevas unidades con el apoyo gubernamental. En época de Lugo y Franco la subvención estatal era solo para cubrir el costo del pasaje y Cartes incluyó el subsidio de US$ 30.000 por cada bus cero kilómetro.

Esto se debió a la presión que comenzaron a ejercer los empresarios sobre el nuevo gobierno con el argumento de que perdían dinero debido al bajo costo del pasaje.

Detalla el MOPC que de los US$ 26,5 millones otorgados por el gobierno actual, unos US$ 15,9 millones fueron para cubrir el subsidio de G. 100 por cada pasajero, y los US$ 10,5 millones restantes, para la compra de 367 unidades cero kilómetro.

Aun con las nuevas unidades que entraron a reemplazar a los vehículos de más de 20 años de antigüedad, siguen circulando por las calles de la capital y ciudades de su zona de influencia, más de 1.500 unidades chatarras. Existen casos en que las empresas que cobraron el subsidio no adquirieron los vehículos, por lo que fueron sumariadas por el Viceministerio de Transporte.

Pero ni las nuevas unidades mejoraron el servicio. Las travesías son incómodas porque los buses circulan con exceso de pasajeros. La gente se ve obligada a viajar parada y apretujada en los pasillos y estriberas, aunque en ambiente climatizado. Los fiscalizadores del Viceministerio de Transporte hacen la vista gorda a esta realidad. Tampoco ejercen un control estricto sobre la frecuencia de circulación entre las unidades.

Mañana: Auditoría alertó sobre anomalías.

slopez@abc.com.py

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